Cómo podar las hortensias para un florecimiento exuberante y colores radiantes

Cuidar las hortensias es una tarea que se recompensa con exuberantes y vibrantes flores, y la clave para prolongar su belleza reside en una poda adecuada. El momento ideal para realizar esta tarea depende del tipo de hortensia que tengas.

Las hortensias macrophylla, por ejemplo, se benefician de la poda después de florecer, durante el verano u otoño, pero antes de que se desarrollen los brotes para la próxima temporada. En cambio, las hortensias paniculata y arborescentes, que florecen en madera nueva, se podan en invierno o primavera antes del nuevo crecimiento.

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La poda no solo contribuye a la longevidad de las flores, sino que también es esencial para mantener la salud de la planta. Ayuda a eliminar brotes viejos y fomenta el crecimiento de nuevos, estimulando así una floración más abundante. Además, la poda mejora la circulación del aire, reduce el riesgo de enfermedades y permite controlar el tamaño y la forma de la planta.

Realizar una buena poda es sencillo si sigues algunos pasos básicos. Primero, identifica el tipo de hortensia que posees y asegúrate de que tus tijeras de podar estén limpias y afiladas. Observa la planta para identificar las áreas que necesitan atención, como madera muerta, flores gastadas y tallos débiles. Utiliza las tijeras para cortar la madera muerta o enferma justo por encima de un brote saludable.

Si tu hortensia florece en madera vieja, corta las flores gastadas dejando los brotes que producirán flores el próximo año. Si florece en madera nueva, puedes podar más agresivamente para controlar su tamaño y forma. Finalmente, limpia el área alrededor de la planta para prevenir enfermedades. Con estos pasos, disfrutarás de hortensias saludables y florecientes en tu hogar o jardín.