Opinión

Xavi solo debe cambiar si siente que creen en él

La posesión 1x16 - El sudoku de Xavi

Sport.es

Desde que el Barça cediera la cuchara en la Champions, no ha vuelto a sonar otra declaración pública de amor hacia Xavi Hernández. Ninguna. No, al menos, procedente del club cuyo banquillo aún defiende. Durante casi tres meses, Joan Laporta y Rafa Yuste estuvieron turnándose en los elogios. El presidente, ya en febrero, un mes después de la dimisión diferida del egarense, sondeó al técnico.

Luego, verbalizó ese deseo varias veces. Casi tanto como el vicepresidente, que fue meridiano: “Haré todo lo posible para que Xavi continue”, llegó a decir. Fueron peticiones en época de bonanza, con el entrenador aplicando el bisturí y entre una racha de trece partidos invicto. En cuanto se truncó el hechizo, reapareció Rafa Márquez, a quien el director deportivo, Deco, jamás perdió de vista, pese a casi descartarle en una entrevista semanas atrás. La carta del mexicano la filtró a los medios un miembro de la cúpula, extremadamente cercano a Laporta. ¿Un globo sonda? Desde luego, si lo fue no cuajó.

La pregunta es: si el presidente y Yuste son los grandes valedores de Xavi en la entidad, ¿por qué dejaron que Márquez volviera a escena y por qué no ratificaron o filtraron su apoyo incondicional al técnico tras el desenlace europeo? Si ahora se queda, Xavi solo puede hacerlo si a cambio hay convencimiento pleno en el club. Seguir nada más porque Márquez no seduce, ni lleva el paraguas de Xavi; Flick y Tuchel no enganchan; Klopp se va a descansar u otros que gustan, Luis Enrique o Arteta, acaban contrato en 2025, es un viaje a ninguna parte. Puede que el Barça quiera ganar tiempo, pero si este sudoku termina con Xavi dirigiendo bajo sospecha, no tendrá ningún tipo de sentido. Ni para el club ni para el míster. 

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