Opinión

Vuela el Madrid, pedalea el Barça

Joan Laporta, presidente del FC Barcelona

Joan Laporta, presidente del FC Barcelona / Barça One

El cambio de agujas entre el Real Madrid y el Barça se barrunta drástico. Con la dichosa pelotita a la sombra estival, las sensaciones remiten a una larga escapada de los blancos, en una etapa mucho más vivificante que los azulgrana, en la penumbra económica, social y deportiva. Atrás quedan los tiempos en los que el Barça marcaba el relato frente a un Real guiado por el dedo pendenciero de Mourinho. Pero el Madrid, menos despilfarrador y con una hoja de ruta, ha sobrevivido mucho mejor a CR que el Barcelona al llanto de Messi. Tras los galácticos soponcios de su primer mandato, Florentino Pérez es otro, firme ante Cristiano o Ramos. Tras su gloriosa primera época, Joan Laporta aún preside como aquel optimista y dicharachero Joan Laporta. Pero ahora gobierna una entidad financieramente apolillada después de regar con abusivas millonadas al célebre rosarino y sus mejores camaradas. Sin olvidar otros cuantos desafueros.

El repentino ataque de realismo de Xavi que le ha supuesto la cruz no iba nada desencaminado. El Bernabéu ya reluce mientras al Camp Nou aún se le ven las tripas. Por Chamartín no hay palancas urgentes, en Barcelona las escudriñan con angustia. En Europa, el club catalán apenas supera el campo base desde 2015, y son varios los gatillazos sonados desde entonces. En La Castellana, Florentino Pérez ya tiene más Orejonas que Santiago Bernabéu y hoy el único jugador del plantel sin este podio es Mbappé.

El Barça se ancla a La Masia, y en el Real, que tiene el vivero para hacer caja, jalean con orgullo a Nacho y Carvajal, últimos exponentes consolidados de La Fábrica a los que solo igualan en Copas de Europa como madridistas (6) Gento y Modric. Por Les Corts, solo Joan Laporta, Deco, Ter Stegen y Sergi Roberto llegaron a la cima como blaugranas. Lo hizo Hansi Flick con el Bayern, para eterno martirio barcelonista, pero le separan cuatro de Carlo Ancelotti.

Por La Cibeles andan magnificentes con las pompas por Mbappé, cuyos 25 años contrastan con los 36 con los que empezará el curso Lewandowski, Eurocopa mediante. Todo apunta a una ida y vuelta, por mucho que Flick emparentara bien con el polaco en Múnich. Salvo un regate inopinado del fútbol, el galo tendrá mayor cobertura con Vinicius, Rodrygo, Bellingham, Brahim, Joselu y Güler. En manos de Ancelotti queda cómo encajar el puzle y cómo tutelar a Mbappé. El francés tendrá que metabolizar hasta el hueso que el Madrid es mucho más apremiante para él que viceversa. Y queda otro reto. ¿Quién fue más clínico, el Barça con Vitor Roque o el Real con Endrick?

Involución blaugrana

La involución blaugrana no solo se ha ceñido al fútbol en versión masculina, que en los últimos años ha supuesto un destierro siberiano para iconos como Messi, Koeman y Xavi, todos condenados de mala manera por un Laporta que elude toda autocrítica. El club está tan enturbiado que también se van por voluntad propia triunfadores como Jonatan Giráldez, técnico del centelleante equipo femenino de fútbol, y la extraordinaria Mariona Caldentey.

Además, el baloncesto se ha estrellado con Roger Grimau, a un meñique del portazo mientras se filtra que el primer fichaje a la vista es el del exmadridista Juan Núñez, pareja de una hija de Juan Carlos Navarro, director de la sección. No faltarán los socarrones y los nostálgicos: ¡Núñez y Navarro!

Con todo, ni este Madrid inoxidable de la 15ª, Mbappé y la próspera chequera debería confiarse, ni este Barça periclitado victimizarse más de la cuenta. Quién sabe. La pelota tiene su propia ilógica.