Opinión

Viva la libertad, carajo

Mohammed Ahmad Sultan Ben Sulayem, presidente de la FIA

Mohammed Ahmad Sultan Ben Sulayem, presidente de la FIA / EFE

“Mi decisión es la mejor decisión. Y siempre será así porque es la mía”. Es decir: qué para chulo, mi pirulo. La frase -la de la decisión, no la del pirulo- la pronunció Jean Marie Bastre en el brieffing del GP de Alemania de 1991 al negarse a la propuesta de Ayrton Senna en nombre de todos los pilotos para retirar la barrera de neumáticos que habían colocado en la entrada del Motodrom en Hockenheim. Aquel enésimo encontronazo verbal entre el brasileño y el presidente de la FIA fue una muestra más del carácter dictatorial y la soberbia con que actuaba quien llevó el timón del automovilismo mundial desde 1978 hasta 1983; alguien a quien se supuso vinculado a diversas organizaciones nazis pese a que él siempre lo negó con su vehemencia habitual.

A la cabeza de la Federación Internacional de Automovilismo siempre estuvieron personas con una capacidad de diálogo más bien escasa. No en vano son muchos los que al acrónimo FIA le añaden por delante la sílaba “ma”.

Bueno, pues ahora asistimos a otra puesta en escena de los devaneos caciquiles de ese nuevo pequeño napoleón con ínfulas de grandeza y un afán de protagonismo sin medida que es Mohammed ben Sulayem, el baranda que actualmente preside el ente federativo además de intentar robar plano a los pilotos de F1 en cada GP, ya sea en la parrilla, el pódium, el “parc fermé” o donde quiera que haya una cámara al acecho para la que posar y engrandecer aún más su ego.

Por mucho que el prenda intente confundirnos vistiendo ahora el blazer más caro del escaparate, ahora el bisht -el traje nacional de Dubai-, cambiándose de chaqueta con más velocidad que Mortadelo, el peso de sus orígenes sigue notándose claramente.

La última, su anuncio a través de las redes sociales -en el más puro estilo Trump- del endurecimiento de las sanciones hacia los pilotos que “osen” poner en cuestión las decisiones que tomen los comisarios deportivos. Claro que sí, campeón, que Milei no hay más que uno y a ti te encontré en el pitlane abrazado al semáforo de salida.

Si por algo he admirado siempre a Fernando Alonso es -además de por su habilidad como piloto- es por su capacidad para soltar siempre lo que piensa, sin filtros ni cortapisas. No me puedo sentir más representado en la vida con la actitud del asturiano, que como dicen los tópicos ni se corta con un hacha ni da puntada sin hilo.

Don Fernando es don Fernando, muy jefe. Y tras tantos años dando el callo se puede permitir la libertad de decir lo que se le ponga cuando le apetezca. Y la verdad es que cuando carga el trabuco suele tener razón. Pero luego le pasa lo que le pasa, y como a los que somos políticamente incorrectos, así le van las cosas, porque siempre habrá aprendices de cacique dispuestos a pararles los pies a quienes no se dobleguen a sus decisiones -como la de Balestre- por chorras que sean.

Pilotos como Alonso dan valor al campeonato; castigarles con sanciones absurdas ante la más mínima crítica o comentario como ha sucedido con el español desde que el árabe manda en la FIA no me parece muy inteligente. A ver qué tal les ha sentado las vacaciones ahora que volvieron para ponerse el mono de trabajo unos, y el maquillaje para las fotos otros.

CUPRA FORMENTOR PA 728x90 Awareness Merlos

CUPRA FORMENTOR PA 728x90 Awareness Merlos / Cupra