Opinión

Superliga, Fifpro y la gobernanza del fútbol

En 2025 tendrá lugar en EE.UU. el Mundial de Clubes de la FIFA

En 2025 tendrá lugar en EE.UU. el Mundial de Clubes de la FIFA / FIFA

Fifpro Europa, enmarcado en el sindicato mundial de futbolistas, presentó ante el Tribunal de Justicia de la Unión Europea una demanda contra la FIFA por haber programado de manera “unilateral el calendario internacional de partidos y por haber creado y establecido “la Copa Mundial de Clubes de 2025”.

Como ya sucedió en el caso de la Superliga, lo más probable es que el alto tribunal europeo dé la razón al sindicato de futbolistas. Porque de la misma forma que ni UEFA ni FIFA pueden poseer el monopolio de las competiciones europeas e internacionales, tampoco pueden establecer horarios y calendarios a los futbolistas incumpliendo las normativas laborales vigentes y sin pactarlos con sus representantes.

En el fondo, tanto la demanda contra el Mundial de Clubes como la anterior de la Superliga revelan el grave problema que existe en cuanto a la gobernanza del fútbol. Es un mal feo y antiguo. Se viene arrastrando desde los años 80, cuando empezó el proceso de hipercomercialización que transformó para siempre las disciplinas deportivas más sensibles y al fútbol de manera extrema.

Entonces, los clubes no supieron —no quisieron o no supieron— leer correctamente las consecuencias a largo plazo y cayeron continuamente en la trampa que les tendían los organismos federativos, especialmente de la UEFA. El regulador europeo supo dividirlos y sofocar conatos de rebelión —poco creíbles— a base de zanahorias (más partido, más dinero).

El aval de la justicia europea debería ahora ser suficiente para remover las actuales estructuras. Porque el panorama es desolador. En una industria que promedia crecimientos de dos dígitos, solo los clubes acumulan pérdidas y deudas. Si no fuese ahora, cuándo sería nunca.