Piqué liga un póker

La emoción de Piqué

La emoción de Piqué / JAVI FERRÁNDIZ

J.Mª Casanovas

J.Mª Casanovas

Los buenos jugadores de póker suelen ser astutos, inteligentes y con capacidad de autocontrol. Piqué reúne las tres virtudes tanto cuando juega en el tapete verde como en el campo de hierba. Además, tiene personalidad, carácter y ambición. Probablemente sea el futbolista que he conocido con la cabeza mejor amueblada. Cuando los demás van, él vuelve. Les gana en criterio, opinión y empatía.

A pesar de todas estas capacidades, Piqué se ha visto abocado este año en un pozo de frustraciones, fracasos y decepciones. Su estrella ha caído en desgracia. Tiene que pedalear contracorriente. Su vida familiar se ha desmontado y su carrera deportiva no supera el muro de la edad.

Duro golpe para quien estaba acostumbrado a que todo le saliera de cara en la vida. Ante una situación tan oscura, lejos de hundirse o lamentarse, ha decidido tomar la iniciativa con valentía y decisión. Tenía claro que no estaba dispuesto a ser el quinto central del Barça y no le quedaba otra opción que encontrar una solución donde no hubiera perdedores y todos fueran ganadores.

En secreto, moviendo hábilmente las cartas, calculando todos los riesgos, Piqué ha encontrado un camino para ligar un póker en el que todos salen ganadores: jugador, club, afición y entrenador. Un golpe de efecto mágico que comenzó con un video/relato marca de la casa pensado y dirigido a impactar en los culés. Un golazo emocional. A partir de aquí, Gerard recuperó el protagonismo y el liderazgo que siempre le distinguió.

Con un mensaje personal e intransferible, sin hacer declaraciones, solucionó un problema que parecía que no tenía solución. En muy pocas horas giró la tortilla y conquistó la opinión pública. Los pitos y las criticas se convirtieron en elogios y reconocimiento. 

Su retirada a tiempo soluciona un problema económico a la maltrecha economía del club. La renuncia a año y medio de contrato hace que se ahorren un montón de millones que permitirán bajar la elevada masa salarial.

Piqué ha revertido la situación a nivel de afecto y cariño. El homenaje que anoche le dedicó el Camp Nou es la prueba más evidente que, a pesar de todo, se marcha por la puerta grande. Adiós a un grande, un icono, un símbolo del mejor Barça.

Para el entrenador, Xavi, la ausencia de una vaca sagrada tan cualificada significa un alivio ya que no es grato ver a un compañero de toda la vida relegado en el ostracismo del banquillo de reservas. 

Con su retirada por sorpresa, Gerard Piqué ha conseguido deshacer un problema importante ligando un póker de intereses que acaban favoreciendo al club. Bien está lo que bien acaba, aunque las formas pudieron ser otras. Una retirada a mitad de temporada demuestra que el Barça continúa pagando todavía errores del pasado.