Operación Lamine Yamal junto a Nico o Bryan

Lamine Yamal celebrando su gol ante el Granada

Lamine Yamal celebrando su gol ante el Granada / AFP

Joan Mª Batlle

Joan Mª Batlle

SI hay dos jugadores a los que podemos considerar revelaciones de la Liga, estos son Lamine Yamal y Bryan Zaragoza. El impacto que ha supuesto la aparición del barcelonista en la elite del fútbol ha sido enorme, al nivel de los más grandes de todos los tiempos. Calidad a raudales y récords de precocidad a punta pala.

En dos partidos ha sido capaz de hacer olvidar a Dembéle, ni más mi menos, el fichaje más caro de la historia del Barça. Estamos ante un crack de dimensiones todavía inimaginables. Y en los últimos ocho días, otro jugador ha pasado de cero a cien sin enterarse.

Bryan Zaragoza ya había mostrado algún detalle de su fútbol eléctrico e imaginativo, pero fue contra el Barça donde se doctoró con un golazo que dio la vuelta al mundo. A las dos horas de aquel gol estaba en la selección y en cuatro días debutaba en una fase clasificatoria de la Eurocopa. Salvando todas las distancias, ambos jóvenes tienen una cosa en común: son extremos y desequilibrantes.

Ataque y espectáculo

No son los únicos. De hecho, el 4-3-3 se ha ido imponiendo en muchos equipos, sobre todo los grandes, y ello ha impulsado el regreso de una especie que ha estado un tiempo en peligro de extinción: los extremos. Los regateadores, los jugadores rápidos con cambio de ritmo, los que buscan y ganan el uno contra uno, son los que rompen las defensas y acercan el gol en cada acción.

Nico Williams es otro extremo centelleante, mano de santo para el Athletic de Valverde. Hay más, todos jóvenes, nacidos a partir de los cambios de estilos en el fútbol. Yeremi Pino, Savinho, estrella emergente en el Girona, pero que pertenece al City, donde seguro que Guardiola le guarda un puesto. Es buena noticia que las canteras fabriquen extremos. Son garantía de ataque y espectáculo.

El regate es barrio, descaro, diversión... la esencia del fútbol. Disfruten, disfrutemos, con ellos. Por cierto, ¿se imaginan juntar a Lamal con Nico y/o Bryan en el Barça? Pues es posible. Y barato. De momento, uno puede salir gratis y el otro, por quince millones. Ya están tardando...