Opinión

Todo puede ocurrir en el Barça de Laporta

El presidente Joan Laporta saludó a los jugadores después del triunfo ante el City

El presidente Joan Laporta saludó a los jugadores después del triunfo ante el City / FC Barcelona

Nadie sabe con qué plantilla afrontará el Barça la próxima temporada. Una cosa es el sueño de Laporta y otra, la dura realidad. Han pasado más de dos meses desde que finalizara la temporada y no se ha producido ni una venta ni un fichaje. 

Ha transcurrido un mes desde que debió cerrarse el balance económico y ni una palabra de la situación. Bueno, sí, Laporta anunció hace una semana, en la presentación de Flick, que el Barça estaba preparado para realizar fichajes como los de Nico Williams y Dani Olmo. 

Es más, desde hace varias semanas, fuentes cercanas al club aseguran regularmente y sin titubeos que los 40 millones que deben sustituir a los de Libero y permitir la norma del 1:1 están al caer. Pues, no. Esta semana tampoco.

Lo único que sabemos es que Laporta disfruta como nadie en las giras norteamericanas. Entra y sale de los hoteles y aeropuertos como si fuera una estrella de rock y no hay nadie que le pregunte por palancas, altas o bajas. El Barça de Laporta vive al día y su presidente no da ni una señal de nerviosismo.

Todo lo contrario ocurre con buena parte del barcelonismo. Los grupos opositores se empiezan a rearmar y parece, incluso, que hay ciertos culés que prefieren que todo salte por los aires para ver fracasar a Laporta. Eso sí, deberían pensar que ahora, el fracaso de Laporta también es el fracaso del Barça. A todo eso, la oposición prepara movilizaciones a partir de septiembre. Hace bien. Quedan dos años para las elecciones y una buena candidatura no se construye en cuatro días.

Dicho esto, con Laporta en la presidencia puede ocurrir cualquier cosa. Incluso que aparezcan milagrosamente y en el último minuto esos 40 millones famosos y al día siguiente fichen a Nico o a Olmo. Pues eso, que no hay plan estratégico alguno, pero todo puede ocurrir en el Barça de Laporta. De momento, veremos qué pasa esta noche en el clásico y mañana será otro día.