Opinión

El monopoly del verano

Florentino Pérez y Joan Laporta.

Florentino Pérez y Joan Laporta.

A partir de este lunes es cuando probablemente todos sintamos que empieza oficialmente el verano para muchos. El fútbol, en cambio, lleva ya semanas en uno de los periodos más intensos de actividad: cerrar ejercicios económicos, definir los presupuestos del siguiente, arrancar las operaciones de compraventa de jugadores, encontrar patrocinadores para cubrir ese hueco que queda libre… un auténtico monopoly en el que no todos parten desde la misma casilla y en el que el riesgo de quedarse varios turnos sin tirar es elevado. Y no solo pueden perder la partida de 2024-2025, sino que pueden pasar varias temporadas en la prisión del juego mientras el resto acumula riqueza.

Empecemos por Francia, donde se masca la tragedia desde que la Ligue 1 se mostró inflexible con Mediapro para renegociar su acuerdo tras el estallido de la pandemia. Aquella posición contrastó con las rebajas que sí aceptaron las otras grandes ligas y ha hecho que el valor de sus derechos sea cada vez más bajo. A falta de un mes para el inicio de la competición, sus clubes no saben cuánto recibirán por televisión y en medios galos se manejan cifras por las que el PSG cobraría incluso menos que un recién ascendido como el CD Leganés. Hasta ocho equipos en riesgo de quiebra. 

Y en río revuelto, ganancia de pescadores. Los clubes de LaLiga hoy están en mejor posición para aprovechar esta circunstancia y tratar de reforzarse a precios más bajos en el mercado francés, que se verá obligado a tirar de venta de futbolistas para no entrar en otra crisis. Lo mismo puede pasar en Italia, donde la suspensión de su particular Ley Beckham dificulta que este verano vuelvan a ser protagonistas del mercado internacional.

¡No se ve el césped! El Leverkusen es campeón y los aficionados invaden el campo

¡No se ve el césped! El Leverkusen es campeón y los aficionados invaden el campo / @bayer04fussball

Alemania, estable en lo económico, ha dicho “no” a los fondos de inversión y su crecimiento futuro se ve amenazado por su falta de fuerza global, como sí trabajan Premier y LaLiga. Y llegamos a Reino Unido, donde las presiones externas han llevado a la Premier League a intervenir en lo económico para evitar la regulación de terceros. Este es su primer mercado con mayores exigencias en cuanto al nivel de masa salarial que pueden asumir según sus ingresos y unos mínimos objetivos de sostenibilidad económica, que sitúa a algunos en una posición más vendedora que la tradicionalmente compradora.

Y aquí llega España. Se espera que sea el primer verano de cierta normalidad, recuperada la situación económica en la mayoría de casos, con inyecciones de capital recientes y cierta estabilidad a medio plazo de los ingresos. ¿Quién ganará la partida este verano?

El serial de Primera Federación

La Primera Federación nació como una solución intermedia a las grandes reivindicaciones de los clubes sobre los déficits de la extinta Segunda B. Sin embargo, su trayectoria está evidenciando que aún sigue lejos de ser la solución y que, en ningún caso, está sirviendo para acortar la brecha existente entre las categorías del fútbol profesional español y el resto. La categoría continúa con un exceso de clubes y un sistema complejo de ascenso, que impone cierto conservadurismo en la inversión y dificulta la ejecución de un plan de negocio que compense a los clubes.

El Barça Atlètic, derrotado en Córdoba

El Barça Atlètic, derrotado en Córdoba / VALENTI ENRICH

Se han pasado de los 9 millones por televisión que prometió Rubiales a 5 millones esta temporada, de los que 2,3 millones han tenido que ser aportados por la Federación y no por ATM Broadcast, la empresa encargada de la OTT. Hay clubes que han cobrado un 50% menos, y que ven que los que bajan de LaLiga llegan con 1,25 millones bajo el brazo.

A partir de aquí, federaciones y clubes deberían asumir que la viabilidad futura pasa por estrechar aún más el embudo y dejar un solo grupo en la categoría. La decisión es sencilla: o muchos equipos malviviendo, o ir dando paso a un sistema más robusto.