Messi- Guardiola: Valores perdidos en el FC Barcelona

No hay club más productivo de talento en Europa en concreto y en el mundo en general que el FC Barcelona. Nadie es capaz de generar tanto crack que acaban siendo una referencia en el mundo del fútbol. Johan Cruyff ya fue un avanzado de la época si bien es cierto que su origen en el Ajax, pero fue en el Barcelona donde su obra adquirió mayor relevancia por su atrevimiento, osadía e innovación. Su saber todavía hoy es una lección para muchos que se dedican a este deporte. No acaba aquí la máquina de generar referencias en el FC Barcelona.

Pep Guadiola, considerado por muchos como el mejor entrenador de la historia, es alguien que se ha formado y ha explotado en el club catalán exportando luego a Alemania e Inglaterra una manera de trabajar que ha cautivado. Hoy, el Barcelona no utiliza para nada el conocimiento de Pep Guardiola, ni su ascendencia en el mundo del fútbol ni la admiración que genera por su manera de trabajar tan atractiva.

El Barcelona deja escapar aquí una mina de oro. Y no se trata solo de incorporar a Guardiola al Barça (puerta que él mismo dijo que estaba cerrada) sino de aprovechar las lecciones que está dejando para que el club se las haga como suyas. Guardiola es un ícono mundial y el Barça, su cuna y su casa, no sabe aprovechar esta vinculación. Hoy, son como dos mundos separados. 

Ocurre algo totalmente parecido con Leo Messi, el mejor jugador de la historia del fútbol. Hoy, Leo Messi no tiene ninguna vinculación con el Barcelona y, por ejemplo, Miami se ha convertido en uno de los clubs con más valor en el mundo gracias a su presencia. El Barcelona crió a Messi y es en el Barça donde alcanzó la cima.

A diferencia de Guardiola, Laporta es un freno para cualquier acercamiento con Messi hasta el punto que incluso el homenaje ha quedado aparcado para un futuro, cuando no esté Laporta al mado del club. Independientemente de esto, el Barça pierde otro activo valiosisimo que debe saber aprovechar a su futuro porque el club precisa de iconos y de referencias mundiales para generar atracción entre los aficionados y, a la larga, ser una fuente de ingresos. El Barça está dejando escapar oportunidades y no está el club para tirar cohetes. Tarde o temprano hay que recuperar el terreno perdido.