Opinión

La manta corta y Néstor Roulet desnudan al Barça de Grimau

El Barça no encuentra ni por asomo el equilibrio defensa - ataque y sigue tropezando mil veces en la misma piedra

Willy y Tavares, por ahora un duelo muy desigual

Willy y Tavares, por ahora un duelo muy desigual / EFE

Irregular dentro del partido y frágil mentalmente, el Barça cayó sin paliativos por 97-78 ante un cansado y 'tocado' Real Madrid que pone más cuesta arriba unas semifinales de la Liga Endesa ya de por sí muy complicadas.

Duele ver cómo Roger Grimau es incapaz de encontrar el equilibrio defensa - ataque y el gran problema es que quizá es una quimera más que un objetivo real. Ahora está de moda criticar al técnico. Que sí, que hay bastantes cosas muy mejorables, pero es una posturacobarde. Habría que mirar tamnién más arriba, porque allí encontraremos a los artífices de su nombramiento, de la errática composición de la plantilla y alguna 'Bomba'.

La dicotomía es tremenda. Si juegan los Laprovittola, Jabari Parker y compañía, hay puntos... pero se reciben más de los que se anotan. Por contra, si se apuesta por Satoransky y por un perdido Kalinic se pertrecha el aro propio, pero el ajeno se ve microscópico. Es como el que pernocta en invierno en un hotel barato y la manta no le permite cubrirse el cuerpo y los pies a la misma vez.

Pese al buen partido de Ricky Rubio, al equipo le sigue faltando un base de garantías que anote, corra y no solo bote. Y un 'cuatro', porque lo más parecido es un Oscar da Silva que está siendo de lo mejorcito últimamente, porque Parker huye de la zona como los gatos al agua fría y Joel Parra llevaba semanas en el baúl de los recuerdos junto a un James Nnaji que... ¿sigue siendo jugador del Barça?

Al filósofo Néstor Roulet se le atribuye una mítica y acertadísima frase: "El hombre es el único animal que tropieza dos veces en la misma piedra". Pues este Barça debe ser muy humano, porque es capaz de golpearse mil veces contra la misma roca.

Llull hizo zumo azulgrana con sus 'mandarinas'

Llull hizo zumo azulgrana con sus 'mandarinas' / EFE

Sergio Llull convierte un triple, entra en trance y se 'clava' 12 puntos calcados. Y podría haber anotado 10.000, aunque uno de ellos no pudo defenderse mejor. Ni una alternativa, ni un cambio de defensor, ni un amago de mixta. ¡Kalinic, a ver si el '14' blanco tira tan suelto! Yabusele encuentra el 'Dorado' desde el lateral y anota tres triples seguidos. Suerte que el cuarto no entró.

Satoransky es defendido por Campazzo, pero no hay jugadas para que queden emparejados en el poste bajo. Willy se aparta cuando le penetra un exterior como un corredor cuando ve cerca un toro en los San Fermines. Ni una solución defensiva para paliar esa carencia. Pero insisto. Mi dedo apunta a la planta noble y a los responsables. Es más, ojalá me coma estas palabras, pero decir ahora otra cosa sería abrazar farolas o algo mucho más mundano.