Opinión

Lamine y Mbappé, los nuevos Messi y Cristiano

Lamine Yamal y Kylian Mbappé devuelven la máxima rivalidad a la Liga

Lamine Yamal y Kylian Mbappé devuelven la máxima rivalidad a la Liga / VALENTÍ ENRICH

El barcelonismo bulle de ilusión con la confirmación de Lamine Yamal como figura de primerísimo orden mundial en la Eurocopa y el madridismo vibró en la presentación de Mbappé, que llenó el Bernabéu como si fuera un día de Clásico.

Las emociones se disparan como nunca a las puertas de una nueva temporada que necesita recuperar la máxima rivalidad y competencia entre los dos grandes del fútbol español. Nos guste o no nos guste, el fútbol de nuestros días es negocio y espectáculo. Se trata de dar carnaza a las televisiones para que paguen y llenen sus pantallas, de ampliar Eurocopas, Mundiales, Champions y lo que haga falta. Repartir, y retransmitir, Balones de Oro, Botas de Oro, Golden Boys y todo el brilli-brilli que puedan imaginarse. Hay que vender camisetas cada minuto de cada día. Todos los meses, todo el año...

En este sentido, el fútbol español está de enhorabuena. Ha recuperado el glamour galáctico capitalino y la magia, genio y talento de La Masía barcelonista. Mbappé mueve millones y Lamine Yamal dispara emociones. Son los nuevos Cristiano Ronaldo y Messi, los últimos reyes del fútbol que con su pulso particular y el morbo de la rivalidad infinita entre el Madrid y el Barça elevaron el fútbol español a la máxima potencia. La Liga no podía permitirse otra temporada sin rivalidad ni emoción, con un campeón cantado desde el mes de febrero. Sin figuras enfrentadas no hay negocio, señores. No hay más.

Ahora bien, es importante cómo se desarrolla toda esta energía. En el pasado hubo momentos en que lo de Messi y Cristiano se descontroló por la aparición de personajes como Mourinho que todo lo intoxicaron. La superioridad de aquel Barça era tan apabullante, que Cristiano acabo siendo el anti Cristo. Ahora, el escenario que se plantea es distinto. Ahora es el Madrid el que parte con la ventaja de tener un equipo campeón de Liga y Champions frente a un Barça que busca renacer de sus cenizas.

Mbappé mueve millones y Lamine Yamal dispara emociones

Mbappé es la guinda de una obra faraónica y Lamine, el niño Mesías que ha de resucitar al Barça. Mbappé es una figura hecha y derecha y Lamine, un genio en crecimiento, pero ¡cuidado!, que son los genios los que cambian el mundo.

Killyan es muy bueno, seguramente mejor que Cristiano, pero ha de demostrarlo en una Liga mayor y en la Champions. Llega tras su año de peor rendimiento y a un gallinero con muchos gallos. Vinicius es el dueño de la parcela por la que mejor se mueve y le espera con recelo. Veremos cómo encaja todo esto Ancelotti.

Lamine también es muy bueno, pero no es Messi, aunque es que el más se le parece. No tengamos miedo a compararle con Leo. Es algo inevitable y los culés lo perciben, por eso es combustible para la ilusión del barcelonismo. Pasen y vean, Lamine y Mbappé, el mayor espectáculo del mundo. Moverán pasiones y millones, como Messi y Cristiano. Lo pasaremos bien.