El juez único de Jordi Alba debe ser Xavi

Gerard Piqué se abraza a Jordi Alba en los prolegómenos del Barça-Almería

Gerard Piqué se abraza a Jordi Alba en los prolegómenos del Barça-Almería / JAVI FERRANDIZ

Albert Masnou

Albert Masnou

Tras la marcha de Piqué, la junta respira aliviada. La presión que ejerce el club sobre los capitanes para que se vayan podría rebajarse porque ya hay margen para reforzar al equipo. Piqué se va dolido con algunos. Le han puesto cinco centrales delante (Marcos Alonso, Christensen y Koundé son nuevos) para ahogarle, una situación parecida a la que vive Alba. 

El club roció el camino de gasolina para lograr su rendición. En su caso, es una decisión que poco tiene que ver con lo deportivo sino consecuencia de una planificación ‘agresiva’ pues no es normal que un equipo cuente con tres laterales que están en la prelista de Luis Enrique para disputar el Mundial de Qatar: Alejandro Balde entró en esta preconvocatoria aunque, todo parece indicar, que se quedará a las puertas del torneo. Marcos Alonso también está entre las opciones que maneja el seleccionador, al igual que Jordi Alba que es quien tiene más posibilidades de acabar yendo a Doha. El que para algunos es aún el mejor lateral de España, en el Barça se le enseña la puerta de salida para acabar ahorrándose su salario.

O sea, que al menos en algunas decisiones, los despachos mandan sobre el fútbol, algo que el propio Johan Cruyff criticaba: “Las directivas no debería fichar nunca. Además, un 99% no saben ni cómo hacerlo” o “Arriba siempre están las directivas pero la cosa más importante es el fútbol, el equipo”, dijo.

Tres jugadores diferentes de un una misma posición y en una misma selección. Nunca se había visto una situación parecida en el Barça ni en cualquier otro equipo del mundo. Ni en el PSG, que antes hacía este tipo de locuras. 

El final de Piqué o Alba debe dictarlo su propio rendimiento. Y Xavi ser el juez único. De Piqué destacaban que la pasada temporada fue de lo mejorcito, “que era siempre un 6” pero que había que subir el nivel. De allí, la llegada de Christensen o Koundé. De Alba no se dice nada. En cualquier caso, toda la responsabilidad debería recaer sobre Xavi que decidiera en función de lo que es mejor para el Barça. Para que el fútbol mande.