La importancia de las faltas tácticas

Koundé reapareció en el clásico tras su lesión

Koundé reapareció en el clásico tras su lesión / AFP

Pichi Alonso

Pichi Alonso

Un clásico siempre es el partido esperado, más tratándose de una final, aunque esta sea la Supercopa española (probablemente, de los títulos, el que tiene menos prestigio) y pese a que ambos equipos no lleguen en su mejor momento de juego.

Al Real Madrid se le acusa de estar muy bajo en el tono físico y en dar excesivas facilidades en defensa, mientras al Barça se le cuestiona no ser regular en su juego, alternando buenas primeras partes, pero descontrolándose en las segundas mitades, quedando a merced de sus rivales. 

Ambos sufrieron en las semifinales y ambos pasaron en los penaltis. Los de Ancelotti últimamente están teniendo muchas dificultades en la salida del balón desde su defensa, y fruto de ello están encajando goles (en Villarreal sin ir más lejos en la ultima jornada liguera).

Precisamente esa es una de las mejores armas blaugranas, la presión alta tras pérdida a la hora de salir jugando el rival. Esa es la mejor manera de defender para los de Xavi: lejos de su portería y en la mayoría de ocasiones en terreno rival, que es una manera de dominar el juego y poder controlar el partido.

Como contrapartida, si los blancos son capaces de superar esa presión alta, el Barça debe frenar inmediatamente con faltas tácticas para impedir la transición rápida o las contras, pues esa es precisamente el arma más letal de los madridistas. 

Basta recordar el partido de Liga en el Bernabéu donde el primer gol llega con un balón al espacio a Vinicius, que es donde el brasileño puede hacer más daño. Ese es el gran riesgo a correr por Xavi; veremos si lo asume. Las vigilancias en defensa por parte de los centrales es otra acción necesaria para impedir esas salidas veloces de los blancos.

Vinicius y el juego aéreo

Las transiciones rápidas son el peligro más importante del Real Madrid. Buscar en la mayoría de las ocasiones el 2x1 con balón en los pies del brasileño para frenarle y no dejar que se asocie en los metros finales con Benzema en paredes o acciones individuales.

Xavi, tal vez, apueste por Koundé para intentar ser más fuerte en defensa por esa zona. Y donde el Barça está sufriendo en exceso es en el juego aéreo defensivo, que es una de las grandes virtudes de los madridistas, con Militao, Rüdiger o Benzema, por lo que el Barça deberá centrarse en córners, faltas laterales o centros desde bandas. 

Con todo, el principal problema en la actualidad del conjunto de Xavi es el control de los partidos y el cerrarlos en el momento en que se avanza en el marcador. La primera parte ante el Betis fue de lo mejor de la temporada en cuanto a velocidad y circulación del balón, que contrastó con la segunda mitad donde se pierde el balón y se descontrola el juego siendo dominado por el rival. 

Le falta determinación para ir a cerrar los partidos con un segundo gol. Si ante el Real Madrid tienes ocasión de cerrar el partido y no lo haces, con toda seguridad acabarás pagándolo. El Barça necesitará su versión más contundente en las dos áreas para poder ganar la final. Incluso con el marcador a favor, porque el Madrid es un equipo que sabe sobreponerse a los peores escenarios. El Barça debe entender que para superar a los blancos necesitará su versión más competitiva.