Opinión

No más excusas

 A las puertas ya de la temporada 2024-25, es momento de que el director deportivo Deco descubra sus cartas

Deco es la principal cabeza visible de la dirección deportiva

Deco es la principal cabeza visible de la dirección deportiva / DANI BARBEITO

De no surgir más demoras o contratiempos inesperados, el Barça está a un paso de recuperar la normalidad que le permitirá acudir al mercado con cierto margen de maniobra. Con permiso de Nike y de alguna que otra venta de activos de última hora, Deco y su equipo de trabajo tendrán que empezar a exhibir algunas de las negociaciones que, en teoría, han llevado a cabo estos meses. Y no me refiero a recuperar cedidos o ascender a jugadores de la base. 

Saben poco más o menos que habrá mercado (reducido y low cost), pero hay margen y necesidad para negociar salidas y, en función del éxito, más o menos entradas. Y aquí es donde, de manera objetiva, sí habría que empezar a examinar el trabajo del director deportivo y su equipo. La pasada temporada, Deco contaba con todo tipo de atenuantes para que el discreto trabajo de mercado realizado le saliera gratis. Pocos resultados y menos aciertos.

Lo más destacable, como casi siempre, el resultado de los canteranos ascendidos. La temporada 2024-25 debe ser mucho más exigente. Y la máxima de los resultados y las consecuencias impulsada por Laporta (¿la recuerdan?) también estaría bien aplicarla a la dirección deportiva, con el lusobrasileño al frente y su equipo de trabajo secundando. 

El Barça no está para grandes dispendios. Claro, lógico, lo sabemos todos. Por eso nadie debería exigir a Deco el fichaje, por ejemplo, de un pivote top. O de un extremo izquierdo top. Pero entre traer a dos cracks o reforzar ambas demarcaciones con cesiones la última semana de mercado existe una tremenda diferencia. Y esa la debe marcar el trabajo, el ingenio, la planificación. Deco debe dar un paso al frente. Y su equipo de trabajo arroparle.

¿Que no se puede pelear por Onana, o por Kimmich este año? Pues perfecto. Se entiende y se acepta por causas de fuerza mayor. Pero a esta conclusión llega cualquier medio documentado desde hace meses. Si no hay plan A, pues veamos el plan B, o el plan C, pero veamos y analicemos el año de trabajo de Deco y su equipo para descubrir el fruto de sus viajes, sus análisis y sus habilidades. ¡Que nos enseñe algo!

Queremos conocer esos talentos seguramente no tan mediáticos y, evidentemente, más asequibles para las deprimidas arcas azulgranas. Más adelante ya llegará el momento de evaluar el rendimiento de las futuras incorporaciones. Paso a paso. Ahora, un año más tarde, es momento de normalizar y valorar también el trabajo de una dirección deportiva a la que el caos institucional le ha regalado 12 meses de mercado gratis. Punto final.