Opinión

Las dudas en el inicio del quinto año de Laporta

Joan Laporta, en la reunión ordinaria con el Senat del FC Barcelona

Joan Laporta, en la reunión ordinaria con el Senat del FC Barcelona / Valentí Enrich

El 7 de marzo del 2021, Joan Laporta ganó las elecciones gracias a 30.184 votos que representaban un 54,28 del total. Esta semana, por tanto, empezó su quinta temporada, ya que la primera se contabiliza como entera. Es decir, que le quedan dos años de mandato. Los inicios de su primera temporada completa quedaron marcados por la salida de Messi y la destitución de Koeman. La segunda, entera, con Xavi en el banquillo, se logró ganar la Liga y la Supercopa. Esta última, la tercera, pero que es la cuarta, quedará señalada por la traumática salida de Xavi y por no conseguir ningún título.

Sin embargo, títulos al margen, el culé anda preocupado por el futuro del club. Hacía tiempo que el socio del Barça andaba tan desinformado. Ayer, Laporta empezó su penúltimo año de mandato bajo un silencio que solo hace que incrementar el desconcierto. No es solo una cuestión de desvelar a quién pretender fichar o vender, hay otros temas tanto o más inquietantes: ¿Cómo está realmente la economía del club? ¿Quién aportará esos 100 millones necesarios para sustituir los prometidos por Libero? ¿Cuántas palancas quedan por vender? ¿Podrán fichar? ¿Por qué no habla Hansi Flick? ¿Estará listo el Camp Nou por Navidad? ¿Qué objetivos se marca para esta temporada?... Estas son solo algunas de las preguntas que están en el aire y que no ayudan a tranquilizar el entorno. Un entorno que está más vivo de lo que parece, aunque es bien cierto que una cosa son las reuniones, almuerzos y cenas conspiratorias de socios preocupados y otra cosa es formar una candidatura.

En dos años, Laporta tiene tiempo suficiente para corregir errores y redirigir el rumbo de una nave que aparentemente va a la deriva. No obstante, en dos años también hay tiempo para formar una o más candidaturas serias. El futuro del Barça, al margen incluso de los resultados deportivos, está en juego, así que no hay nada más democrático que empezar a trabajar por el Barça del futuro.