Opinión

La discoteca del Bernabéu, un fracaso de Florentino

El ruido en el Santiago Bernabéu supera los decibelios permitidos por el Ayuntamiento de Madrid

El ruido en el Santiago Bernabéu supera los decibelios permitidos por el Ayuntamiento de Madrid / EFE

Después de ganar Liga y Champions, de conquistar la gloria deportiva, Florentino Pérez no podía imaginar ni en el peor de sus sueños que solo un mes después los elogios se tornarían en críticas y que el Madrid sufriría un daño reputacional notable por culpa de su obra más querida, el nuevo Bernabéu.

El estadio deportivo que esperaba convertirse en un referente mundial del ocio y entretenimiento es a día de hoy un foco de problemas que amarga las vacaciones de quien fue calificado como un ser superior. Miren por donde, al presidente blanco que parecía que todo lo hacía bien, algunas cosas le salen mal, incluida la Superliga.

Convertir el Bernabéu en una discoteca no es una buena idea y tiene muchos riesgos. Madrid tenía asumido tener un campo de fútbol en plena Castellana, pero transformarlo en un recinto de macroconciertos es un grave error. Sobre todo, si no controlas el negocio y lo dejas en manos de terceros.

El escándalo salto a raíz del doble concierto de Taylor Swift cuando la policía municipal registró 95 decibelios de potencia acústica en los alrededores del estadio y 50 en el interior de los pisos colindantes cuando el máximo que fijan las ordenanzas municipales son 30.

Insoportable ruido para los vecinos que llegaron a poner más de 400 denuncias al Ayuntamiento. El alcalde Almeida tuvo que salir a la palestra prometiendo obras de insonorización y que los conciertos se limitarían a 20 al año. Pero cada semana hay movida y los vecinos han dicho basta creando una asociación de perjudicados que piensa llegar a los tribunales, ya que las explicaciones que les ha dado el club no les convencen.

El pelotazo de 360 millones conlleva graves consecuencias

Vayamos al fondo de la cuestión. Esto se veía venir desde hace dos años, cuando Florentino Pérez, en enero del 2022, firmó un contrato con el fondo de inversión Sixth Street y la empresa americana Legends cediendo todos los derechos de explotación del Bernabéu durante 20 años a cambio de 360 millones de euros.

Un pelotazo que ahora trae consecuencias. Los contratos firmados con Karol G, Luis Miguel y una gala de boxeo, entre otros eventos, se tienen que cumplir y, por dicho motivo, Butragueño ha pedido seis meses de paciencia a los vecinos para desarrollar un proyecto de insonorización que incluye un toldo absorbente en la cubierta, mamparas laterales y  placas interiores para amortiguar el sonido.

Florentino tiene una patata caliente por resolver con el vecindario cabreado, con razón. Estaban acostumbrados a los problemas de tránsito los días de partido, pero no podían imaginar que les montarían una macrodiscoteca delante de su casa.

Además, los residentes en la zona se sienten fuertes desde que una sentencia judicial reciente les diera la razón anulando un acuerdo para hacer dos parkings subterráneos autorizados por el Ayuntamiento. El ser superior ha tropezado dos veces con la misma piedra, los vecinos.