Opinión

La 'desplanificación' del Barça de baloncesto

El Real Madrid ha cerrado su plantilla mientras los azulgranas se debaten entre bandazos, sanciones a futuribles y problemas de liquidez

Cubells y Navarro, dos pesos pesados de la sección

Cubells y Navarro, dos pesos pesados de la sección / VALENTÍ ENRICH

"Prefiero centrarme en mi trabajo que mirar demasiado al rival", explicaba el boxeador Cristóbal Lorente a SPORT días antes de enfundarse el pasado jueves el título europeo del peso pluma. Sí, pero en el baloncesto es difícil no mirar a la capital de España mientras la planificación del baloncesto azulgrana sigue marcada por los bandazos.

El pasado verano el Madrid necesitaba un base para suplir a Williams-Goss y se centró en convencer a Campazzo para que regresase de la NBA. Ahora había que reforzar al equipo por las bajas del 'Chacho', de Rudy Fernández y de Vicent Poirier más el casi inédito Carlos Alocén. Pues ya ha fichado a Andrés Feliz (Penya), Rathan-Mayes (Enisey) mientras están casi cerrados Usman Garuba (Warriors) y Serge Ibaka (Bayern).

¿Y en el Barça de los fichajes fallidos? Si la temporada pasada se escapó Kevin Punter (siguió en el Partizan y llega ahora como gran estrella), ahora nadie supo ver que Hezonja estaba utilizando al Barça, ni que a Osetkowski le esperaba una sanción por marihuana tal y como avanzó un medio serbio.

El caso es que el único fichaje es el de Punter a la espera de que se confirme el pago al Madrid para anunciar a un Juan Núñez que en principio viene a suplir a un Jokubaitis con contrato en vigor. Si el talento madrileño resulta, el verano que viene o a lo sumo al siguiente se irá a la NBA (los Spurs 'compraron' su fichaje en el draft).

Juan Núñez, en el Preolímpico contra Finlandia

Juan Núñez, en el Preolímpico contra Finlandia / EFE

El 'mago' Scariolo ha vuelto a demostrar que Willy Hernangómez puede ser diferencial si cuenta con un 'cuatro' físico que lo ayude en defensa. Se fue Oscar Da Silva, se ha roto el fichaje de Osetkowski, Jabari Parker (el gran acierto de la dirección deportiva) es un 'cuatro' con alma de tres y lo más parecido a lo que quiere Peñarroya es Joel Parra.

Ahora suena con fuerza Justin Anderson (Valencia Basket), un jugador más completo y vehemente que talentoso capaz de defender a cualquier exterior. El interés es real, pero los intereses económicos globales del club son la prioridad en este momento. Aún harían falta un alero y un ala-pívot, con el que cuadraría perfectamente el neoyorquino nacionalizado georgiano.

Mientras en la 'pintura' hay escasez de efectivos, el perímetro parece la entrada a un concierto de Taylor Swift cuando se abren las puertas con (a día de hoy) Satoransky, Laprovittola, Punter, Brizuela, Abrines, un Jokubaitis que no seguirá salvo sorpresa y un Núñez que debería llegar... y suerte que Ricky Rubio prefirió no seguir. ¿Se imaginan?

Justin Anderson es un prodigio de intensidad

Justin Anderson es un prodigio de intensidad / EFE

Y a todo esto el club tendrá que pagar el sueldo completo de Nikola Mirotic de la temporada pasada y de la próxima más el de Cory Higgins del curso pasado. Hasta los hermanos Marx se escandalizarían en el camarote de Navarro, Cubells y compañía. Al menos, han acertado con Joan Peñarroya en el banquillo.

¿No tienen suficiente? Pues el Espai Barça, ese proyecto grandilocuente con un Palau de última generación sigue en las alcantarillas mientras la Euroliga insiste en desterrar el Palau. ¿Las opciones? El Palau Sant Jordi o una nave desmontable en Fira de Barcelona. ¿Qué podría salir mal? Eso sí, no olvidemos que es más difícil y trabajar cuando los recortes presiden cada movimiento mientras Joan Laporta presta poca atención a las secciones profesionales.