Opinión

Dejen que trabajen

Para entender la operación de Barça Studios hay que conocer las trabas que nos puso el regulador

Laporta rompe su silencio

Imagen del palco presidencial, con Joan Laporta a la cabeza, del Estadi Lluís Companys

Imagen del palco presidencial, con Joan Laporta a la cabeza, del Estadi Lluís Companys / VALENTÍ ENRICH

Mucho se está hablando en los últimos meses, en las últimas semanas, de Barça Studios y la operación de Bridgeburg, de la necesidad que tiene el FCBarcelona de encontrar inversores que suplan a los que cometieron un impago para que el club pueda operar bajo la norma del 1:1 de LaLiga en el próximo mercado de fichajes. Muchas críticas han arreciado sobre la junta directiva por la manera en la que se hizo la operación.

Para empezar, decir que no siempre las cosas son lo que parecen y que no siempre se puede hacer lo que se quiere. Todo esto lo saben muy bien los expresidentes y exdirectivos del club que en muchas ocasiones han visto condicionadas sus decisiones por el regulador y las circunstancias de un momento determinado. Muchos se han visto obligados a realizar muchos equilibrios entre lo que se quiere hacer y lo que realmente se puede hacer. Esto lo sabemos muy bien todos aquellos que hemos estado llevando la economía del club en los últimos años.

Resolver los problemas exclusivamente económicos lo hubiésemos podido conseguir con cierta rapidez con alguna de las medidas que el anterior CEO del club y yo mismo pudimos llevar a cabo, pero no podemos olvidar que estamos condicionados por trabajar en un club deportivo. “Los mismos que os aplaudirían por resolver la economía del club, os echarían más tarde”, se nos decía.

En la primera reunión de la Comisión Económica, presidida entonces por Jaume Guardiola, con el consenso de la vicepresidencia económica y también de la dirección general, se propuso y se estudió hacer una derrama a los socios y socias del club que hubiese resuelto la nefasta herencia recibida en términos económicos y patrimoniales. Necesitábamos 300 millones de euros con urgencia. Cien de ellos para pagar sueldos de deportistas profesionales y trabajadores del club y 200 más para pagar la deuda que nos reclamaban los inversores, una deuda que era a largo plazo, pero que debía pagarse por incumplimientos realizados por el club en los anteriores 18 meses. Por ello, nos daban la deuda por vencida.

Aquella propuesta, sin embargo, no se nos fue permitida. El presidente Laporta dejó bien claro desde el principio que los socios y las socias del club no eran responsables de la mala gestión de la anterior junta directiva. Además, se tuvo muy presente que muchos de nuestros socios y socias lo estaban pasando mal en un contexto de crisis económica ocasionada por la pandemia del Covid.

Fue entonces cuando tuvimos que ser imaginativos y recurrir a las famosas palancas para salvar la situación económica del Barça y resucitar a un club que estaba muerto. No fue fácil aplicar los importes a deuda directamente porque no pudimos negociar los salarios de los jugadores hasta más adelante. Además, tuvimos que ser muy cuidadosos porque cada paso que hacíamos para dar oxígeno al club, el regulador nos lo boicoteaba sacándose de la manga una nueva normativa. Ejemplos existen. Por ejemplo, la inscripción de Gavi. O la palanca de los derechos de televisión de LaLiga, cuando se nos permitió que la primera venta de un 10% de esos derechos a Sixth Street tuviese incidencia en el ‘fair play’ financiero, pero ya no lo tuviese la posterior venta de un 15% adicional.

La presentación de Barça One, la nueva plataforma de streaming oficial del FC Barcelona, en imágenes

La presentación de Barça One, la nueva plataforma de streaming oficial del FC Barcelona, en imágenes / Dani BARBEITO / Sport

Aquellas circunstancias nos obligaron a ser imaginativos y a proponer la palanca de Barça Studios / Bridgeburg. Tenemos el convencimiento que tendrá un valor, quizá mayor del que le dimos, pero necesita un tiempo de maduración y mucho trabajo que me consta ya se está haciendo desde diferentes sectores de la entidad.

¿Opciones para solucionar el problema que tiene el Barça con ello? Básicamente, tres. La ideal es encontrar nuevos inversores y me consta que desde el club se está trabajando en ello. Si no llegasen, una posibilidad es deshacer la operación y provisionar lo que corresponda a apunte extraordinario. Esta sería la opción más conservadora, aunque bien es cierto que podría implicar restricciones en el momento de salir al mercado a fichar para reforzar la plantilla.

Otra opción es aportar nuevos activos al proyecto para mantener el valor. Con ello, no se debería provisionar y se podría fichar con la regla 1:1, muy importante para poder operar en el mercado. Esta opción es ideal a nivel deportivo, aunque comporta un hipotético riesgo futuro. Es una opción mucho más agresiva.

En cualquier caso, siempre es mejor que las valoraciones las hagamos al final. Ahora hay que dejar trabajar a los equipos del club.