Opinión

El cambio (y no solo de estilo) que ha de llegar con Flick

¡Hansi Flick ya está con Deco en la Ciudad Deportiva!

¡Hansi Flick ya está con Deco en la Ciudad Deportiva! / FCB

Hoy empieza la era Flick en el Barça, todo un desconocido para la gran mayoría de aficionados que no saben si aquí veremos al triunfador del sextete con el Bayern o al fracasado con la selección alemana en el Mundial de Qatar. Y como no le han dejado hablar todavía, aún no está claro el estilo que tratará de impregnar al equipo. Lo que indica el sentido común es que se adapte a los jugadores que tiene, aunque, por supuesto, puede intervenir en ello sumando el perfil de futbolistas que necesita mediante fichajes e incorporaciones de la cantera. De lo primero tendrá pocos, de lo segundo, que sepa que es un privilegiado por poder escoger en la mejor cantera del mundo.

Es buena señal, empero, que lo primero que ha hecho sea pedir a Nico Williams, quiere decir que piensa en un ataque directo, vertical e incisivo por las bandas, que en su cabeza está un tridente atacante (lo que por extensión hace pensar en un 4-3-3) con la esperanza de que Lamine y Nico (otro privilegio, Herr Flick) devuelvan a Lewandowski a sus mejores tiempos. Igualmente congratula saber que exige un mediocentro de calidad, no sea que le pase lo que a Xavi con Oriol Romeu.

Es importante que el nuevo entrenador imponga su criterio y en este sentido vamos bien si no traga con Joao Félix y Cancelo. En este caso, estaba cantando que eran ellos los que necesitaban al Barça y no el Barça a ellos, pero Xavi lo aceptó y así le fue. Como aceptó el ex entrenador que un mal día le cambiaran desde arriba una convocatoria. Así se escribe la historia de los fracasos. Si te bajas los pantalones, los de arriba se creen con el derecho a bajártelos cuantas veces quieran y los de abajo nunca más te verán con los pantalones puestos. A Xavi le pudo su sentido del barcelonismo y servicio al club, algo que no lleva de origen Flick, que hará bien en no dejarse influir por el presidente y entorno. Que escuche a Deco, pero sobre todo que Deco le escuche a él. Que controle su terreno y no admita injerencias superiores, vamos.

Otra cosa es que los alemanes sean hombres de ideas fijas, según la creencia popular y las experiencias en el Barça con los dos precedentes, Hennes Weisweiler y Udo Lattek, que cavaron sus tumbas enfrentándose a las figuras del equipo, unos tales Johan Cruyff y Diego Armando Maradona y Bernd Schuster... ¡casi nada! Tampoco este es el camino. Hoy, el entrenador no puede ir con el látigo en la mano y queremos pensar que Flick es un hombre de su tiempo. Eso sí, de él esperamos orden y disciplina; más trabajo físico y exigencia. Y que su Barça se parezca a su Bayern, que destacó por su juego vertical e intenso, con el justo equilibrio entre posesión y efectividad.

Un fútbol de ataque, más directo, presionante... como el de España en la Eurocopa. Es el cambio (inteligente) que toca. Este equipo es mejor de lo que fue la temporada pasada, solo falta que lo hagan funcionar. El cambio, y no solo de estilo, depende de usted, señor Flick.