Opinión

El Barça deja algo vendido a Hansi Flick

La planificación deportiva deja mucho que desear, pero aún tienen margen para actuar

Flick y Deco viendo el amistoso entre el Barça Atlètic y el Cornellà

Flick y Deco viendo el amistoso entre el Barça Atlètic y el Cornellà / @fcbarcelonab

A Hansi Flick se le comienza a ver algo preocupado. Sí que es cierto que el alemán evitó quejarse y aseguró que sabía dónde se metía cuando fichó por el Barça, pero se palpó un cierto regusto de insatisfacción por cómo se están desarrollando las cosas. Y es que a poco más de diez días de cerrarse el mercado, la planificación desde el área deportiva comienza a ser algo preocupante por decirlo de una forma suave. Y no porque no lleguen fichajes -Deco no tiene la culpa del maldito límite salarial-, ni tampoco por la desgracia de las lesiones que dejan al equipo sin jugadores clave, sino por la falta de salidas, la ineficacia en lograr alguna gran venta dentro de un vestuario que viene de perderlo todo y por la sensación de que se escapan oportunidades por no haber actuado con valentía en una remodelación amplia de plantilla.

A horas de comenzar el campeonato de Liga, Flick deberá salir con un once de circunstancias en el que Lamine Yamal será el único aliciente para salvar los muebles de un equipo que está obligado a ganar desde    el inicio si no quiere que la primera crisis llegue ya en el mes de  septiembre.

Algo ha sucedido en las últimas semanas para que se frenara todo. Y ese algo tiene mucho que ver con Nico Williams. La llegada del extremo del Athletic hubiera provocado un cambio en el estado de ánimo del entorno porque significaba un auténtico golpe sobre la mesa. Deportivo y emocional. El Barça necesitaba jugadores determinantes y una buena revolución, pero parece que aquí es imposible que esto suceda, porque nadie quiere irse y porque no ha habido la suficiente valentía para llevarla a cabo.

El Barça de Flick debutará prácticamente con lo mismo del año pasado, más chavales de la casa. Y, tal vez, la única noticia positiva sea la valentía del técnico alemán apostando por La Masia y dejando en evidencia a ciertos futbolistas que, hoy por hoy, no están al nivel que deberían estar. Pase lo que pase en Valencia, el club debe hacer todo lo posible por revertir este pesimismo e intentar darle la vuelta a la situación para que, a 30 de agosto, el proyecto sea creíble y capaz de plantarle cara al Madrid de Mbappé.