Opinión

Un Barça en deconstrucción

Xavi mira un papel antes del entrenamiento de este sábado

Xavi mira un papel antes del entrenamiento de este sábado / Valentí Enrich

Persiste Xavi en el autoengaño. Si antes había apelado al bloqueo mental o a la presión de la prensa para justificar el mal juego y había negado los silbidos de la afición, el domingo después de la derrota contra el Girona consideró que el partido había sido “parejo” y que el resultado se había decidido por la mayor contundencia en las áreas en un encuentro “del KO”, como si los disparos a puerta sin a penas expectativa de gol tuviesen valor de ocasión. Y habló también de un FC Barcelona “en construcción”.

No puede ser que Xavi crea sus razones. Dijo Frenkie de Jong que fue “una derrota dura y que la culpa es nuestra”, y su apreciación pareció más acorde con lo sucedido.

Xavi lleva tres años al frente del equipo blaugrana. La temporada pasada ganó la Supercopa de España y la Liga española. Aunque volvió a quedar fuera de Europa demasiado pronto, lastrado sin duda por las lesiones en el tramo decisivo de la clasificación, el balance no fue malo. Sus triunfos se basaban en la solidez defensiva y en los goles de Lewandowski, básicamente. La Liga del 1-0 y el 0-1. Un equipo sólido y fiable parecía construirse.

Hoy, ese Barça simula deconstruirse. Porque incluso en la victoria, el equipo de Xavi parece que no pueda ganar. Celta, Athletic, Real Sociedad y Alavés, por ejemplo. Ha perdido aquella fiabilidad defensiva y no ha sumado fuerza ofensiva. Hablar de un Barça en construcción, tres años después y con una plantilla plagada de jugadores internacionales, es ante todo un error. El autoengaño te hace peor y resulta siempre de mal resolver.