El Barça, campeón de Liga... entre semana

Reverter y Laporta, durante una de sus comparecencias

Reverter y Laporta, durante una de sus comparecencias / Valentí Enrich

Albert Masnou

Albert Masnou

Si hubiera una fórmula para determinar el club que genera más ruido durante la temporada, el Barcelona ya habría conquistado el título. O estaría como el equipo femenino, a las puertas de cantar el alirón cuando solo estamos en el mes de febrero. El año, para qué negarlo, está siendo movidito en Can Barça. Como en los mejores tiempos.

Solo hay que echar un simple vistazo a las últimas semanas para darse cuenta que estas sensaciones están sustentadas en algo real: cuatro fichajes, siempre con misterio porque no son definitivos hasta que son inscritos en laLiga, uno de ellos descartado para la Europa League, la marcha del director general del club cansado del presidente, un forensic vendido a bombo y platillo pero que no parece tener muchos visos de acabar en algo firme, un miembro de la comisión social que pide la marcha del vicepresidente económico, un jugador (Dembélé) amenazado de no jugar más por no querer renovar, un director deportivo que se niega a ser CEO, un anuncio del primer sponsor que no acaba de producirse nunca...

Además, un fichaje (Haaland) que va camino de ser otro culebrón de meses, un asesor a la presidencia (Masip) que sale rajando de los árbitros, un capitán (Piqué) con gatillo fácil en declaraciones provocadoras, un entrenador del filial que pende de un hilo, un jugador (Fati) que desoye a los nuevos servicios médicos en su recuperación... Y así nos cansaríamos de recordar episodios recientes que hacen de este club en el campeón en los medios de comunicación.

Este ruido, que tanto favorece a los que nos dedicamos a informar de lo que pasa en el Barça, no ayuda en nada a encontrar una estabilidad que beneficie a los deportistas y a los equipos de las diferentes secciones. Los que viven aislados del día a día del club (femenino y basket) son los que mejor temporada están haciendo mientras los que están cerca del punto neurálgico (primer equipo y filial) protagonizan una temporada irregular.

Un jugador que acababa de llegar al Barça en una época igual de tumultuosa que ahora lo explicaba de la siguiente manera: “No hay día que no me levante que, al leer el periódico, vea que hay un incendio en el club”. Había entrado en un mundo totalmente diferente del que venía y no lograba acostumbrarse a tanto ruido. Es algo parecido a lo que está pasando en los últimos meses en el FC Barcelona