NUEVO CURSO POLÍTICO

Voces del PP ven necesario reconducir la relación con el PNV para desgastar el bloque de Sánchez

Génova asume el nuevo curso sin elecciones a la vista y con el objetivo de seguir fragmentando los apoyos de Sánchez para lo que Junts y el PNV -en crisis con el PP- son indispensables

El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, charla con los diputados del PNV en el pleno de su investidura el pasado septiembre.

El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, charla con los diputados del PNV en el pleno de su investidura el pasado septiembre. / Alberto Ortega

La sensación de que la legislatura estará marcada por una constante inestabilidad se mantiene dentro del PP. Con la incógnita de si habrá Presupuestos o el Gobierno se planteará prorrogarlos una vez más y el rumbo que emprenda Junts a partir de ahora, lo que sí ha calado después del verano en el principal partido de la oposición es que no hay elecciones a la vista. Y que será muy difícil que Pedro Sánchez caiga. El punto de partida en este mes de septiembre es que viene un curso político “más plano” que los años pasados, llenos de campañas electorales. En Génova trabajan con el escenario de que el Ejecutivo sufrirá por la fragilidad de su mayoría, con socios que cada semana puedan darle sustos. Pero no mucho más.

Que el Gobierno pierda votaciones y se desgaste poco a poco es el objetivo y para eso, dicen en el entorno de Alberto Núñez Feijóo, deben seguir tejiendo relaciones y complicidades con los grupos que puedan apoyar iniciativas al PP y descolgarse de las del Ejecutivo. Es una tesis bastante extendida por todo el partido y por eso mismo algunos dirigentes nacionales y en el grupo parlamentario del Congreso vieron con cierta inquietud la mala sintonía que se evidenció con el PNV el pasado martes en la Cámara Baja.

Los nacionalistas vascos no respaldaron una sola petición de comparecencia del PP (se votaron hasta diez) y salvaron a Sánchez de llevarse el primer golpe parlamentario del curso. Al no estar reunido el Pleno, sino la Diputación Permanente (un órgano más reducido), no fue suficiente la ecuación que ha operado antes: PP y Vox sumando a Junts. Pero son varios dirigentes consultados por este diario los que consideran que tampoco el PP puede estar en manos siempre del grupo de Carles Puigdemont para desgastar al Gobierno. Que también es necesario contar con otros actores y el PNV, con el que comparten planteamientos en distintas áreas, fundamentalmente la económica, debe jugar un papel.

“El problema no fue solo que el PNV no nos apoyara ninguna petición. Es que además se mostró muy hostil con nosotros. No hay un trabajo de acercamiento, de más cordialidad. Tenemos que replantearnos esto”, coinciden distintas voces dentro del PP. Y todas insisten en que la capacidad de que se arrimen a su grupo (más allá de Vox) otras fuerzas del espectro del centro derecha puede ser el camino para hacer que el Gobierno siga acumulando derrotas este curso. “Romper el bloque de la investidura, que se siga fragmentando. Y también evidenciar que el PP no está aislado y que hay  más partidos que comparten algunos de nuestros planteamientos. Ese es nuestro objetivo”, reflexionan diputados con trayectoria.

Más allá del posicionamiento que mantuvo el PNV y el intercambio de reproches constante entre diputados de los dos grupos, el verdadero encontronazo se produjo más tarde entre Miguel Tellado, portavoz del PP; y Aitor Esteban, quien dirige el grupo nacionalista en el Congreso. Fue público, en redes sociales y los dos se llamaron mutuamente “torpes”. 

El diputado gallego tiene el cometido de ser la voz dura del PP en claro contraste a la imagen que quiere proyectar Feijóo. Igual que antes hubo esos perfiles -el más claro Rafael Hernando con Rajoy, pero incluso Cayetana Álvarez de Toledo después con Pablo Casado- la apuesta por el líder del partido fue recuperar ese azote del Gobierno. Pero en el grupo recuerdan también que la “mano izquierda” y la capacidad de “hilar fino” en esta legislatura es crucial. Y si hace falta, insisten, “repartir más papeles” para “llegar a todo”, así debería hacerse. Consideran que no es muy positivo el enconamiento que mostraron los dos portavoces, que no tienen sintonía en ningún caso.

Tanto es así que días después del intercambio de mensajes, Tellado siguió arremetiendo contra el PNV y especialmente Aitor Esteban por haberse convertido en “encubridor” de Sánchez, acusándole de tener “una actitud servil” y asegurando que ya era imposible distinguir a los nacionalistas vascos de Bildu. El portavoz popular se reafirmaba así en el tono y en el mensaje que persigue, en parte, mirando al electorado de centro derecha vasco. Sí hay algunos dirigentes -también en autonomías- que secundan la visión del portavoz parlamentario, afirmando que el PNV “demostró que ha dejado de ser un actor en el que confiar” (en clara alusión a la moción de censura contra Mariano Rajoy). 

En todo caso, recuperar esas relaciones y salir del aislamiento parlamentario en el que el PP se encuentra por Vox siempre fue uno de los objetivos de Feijóo. Las relaciones no han terminado de reconducirse nunca y tampoco hubo ni una sola opción de que los nacionalistas apoyaran la investidura del conservadores después de las generales (le faltaban 4 votos), precisamente por estar en esa ecuación Vox. A pesar de que la suma de la derecha en el Congreso entre los dos grandes partidos de ese espacio sigue siendo una evidencia, la ruptura con Vox en los gobiernos autonómicos ha abierto un nuevo camino para el PP. El mismo que muchos dirigentes insisten, “hay que aprovechar”.