TENSIÓN EN EL CONGRESO

Las hostilidades entre PP y PNV permiten a Sánchez esquivar un golpe en el arranque del curso

 Los populares y nacionalistas vascos exhiben una falta de sintonía total a la vuelta del verano que permite coger aire al Gobierno

El portavoz del PP, Miguel Tellado, durante la reunión de la Diputación Permanente celebrada este martes en el Congreso.

El portavoz del PP, Miguel Tellado, durante la reunión de la Diputación Permanente celebrada este martes en el Congreso. / FERNANDO ALVARADO

En el arranque oficioso del nuevo curso político PP y PNV afloraron un malestar imposible de disimular en el Congreso de los Diputados. Se vio a lo largo de los distintos debates una y otra vez, y tuvo réplicas incluso en redes sociales con duros intercambios entre los portavoces. Una falta de sintonía que impidió al partido de Alberto Núñez Feijóo sacar adelante una sola de las comparecencias urgentes de miembros del Gobierno, incluida la del presidente. El apoyo de Junts en alguna de ellas y la abstención de Podemos no bastó, dando aire a Pedro Sánchez, que evitó un nuevo golpe parlamentario.

Si el Ejecutivo terminó el mes de julio con duras derrotas en el Congreso -las más importantes fueron la Ley de Extranjería y los objetivos de déficit- ha sido el PP el que ha fracasado en su primera ofensiva tras las vacaciones de verano. Hasta diez peticiones de los conservadores quedaron tumbadas.

Durante el debate y a lo largo de la tarde de ayer diputados del PP se quejaban por la actitud de los nacionalistas vascos: “No nos apoyan una sola comparecencia. ¿Pero a qué vienen esos ataques hacia nosotros?”. El portavoz jeltzale, Aitor Esteban, se encaraba con Tellado poco después públicamente: “A vosotros Venezuela os importa una higa. Simplemente la utilizáis para fisurar el bloque de gobierno. Maduro es un dictador, pero vuestra solicitud de comparecencia no aporta nada. Si con tuits como este queréis lograr el voto del PNV a futuro… Torpe, que eres un torpe”, le escribió al parlamentario gallego en las redes sociales.

Tellado no se quedó atrás en la réplica: “El PNV en Madrid se ha convertido en el encubridor del Gobierno de Sánchez para evitarle comparecencias parlamentarias. Para eso ha quedado. No creo que represente a los vascos esa actitud servil. Muy torpe Aitor”. En el equipo del portavoz popular defendían que al dirigente vasco “le había escocido” la dureza y la crítica inicial.

En las filas de Feijóo quedó patente la sorpresa y, en algunos casos, una cierta preocupación. Aunque en el pleno del Congreso la mayoría de PP y Vox ha logrado derrotar al Ejecutivo en varias ocasiones sumando a Junts desde que comenzó la legislatura, el objetivo del PP es generar complicidad con más grupos que le permita, en función del asunto a tratar, armar mayorías alternativas. Hay dirigentes en el PP que consideran que el PNV “ya no es lo que fue” y recuerdan que gobiernan en Euskadi con los socialistas vascos y que será difícil que abandone al Gobierno.

Otros diputados insisten en la coincidencia que ambos grupos mantienen en muchas materias y en ese sentido, más allá de que no apoyaran las peticiones al no verlas urgentes en esta ocasión, no escondieron su inquietud al ver “el mal rollo” -como lo describieron algunos parlamentarios- exhibido en la jornada de ayer. Sobre todo porque consideran esencial que la interlocución con los nacionalistas vascos sea fluida. Hasta el punto de que algunos diputados sostenían que “se debieron trabajar más” el apoyo de Aitor Esteban para garantizarse la aprobación de alguna de sus peticiones.

La incomodidad entre los dos grupos fue permanente este martes y la terminó resumiendo la diputada del PNV, Idoia Sagastizabal, casi al final de la sesión: “Parece que somos el objetivo del PP y que están enfadados porque no van a sacar nada”. Antes, los reproches habían ido en las dos direcciones, aunque Tellado endureció el tono casi al comienzo advirtiendo a los jeltzales que deberían “explicar a sus votantes” su negativa a que Sánchez y José Manuel Albares no den explicaciones sobre la crítica situación que atraviesa Venezuela tras sus elecciones y el atrincheramiento de Nicolás Maduro.

Los vascos insistieron en que lo que no veían era la “urgencia” de esas comparecencias teniendo en cuenta que en escasos días comenzará el periodo ordinario, recordando también que en el mes de agosto hay ministros que han intervenido en el Senado. El enredo de fechas y los reproches sobre la rapidez con la que tendrían que celebrarse o no las intervenciones de los miembros del Gobierno lo que evidenció, en realidad, fue una falta de sintonía absoluta