TRIBUNALES

Las siete incógnitas que Sánchez no ha despejado al negarse a declarar como testigo ante el juez Peinado y Vox

El presidente del Gobierno ha renunciado a aclarar al instructor si conocía los hechos por los que está imputada su mujer

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se ha acogido a su derecho a no declarar como testigo sobre las actividades profesionales de su mujer, incluido en el artículo 416 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal. De esta forma, ha renunciado a despejar siete incógnitas ante el juez Juan Carlos Peinado, que investiga a su mujer, Begoña Gómez, por los delitos de tráfico de influencias y corrupción en los negocios. A la comparecencia también han acudido la Fiscalía Provincial de Madrid, las acusaciones populares que ejercen Vox, Hazte Oír y otras asociaciones; pero también los abogados de la propia Gómez y de los otros dos investigados en la causa, el rector de la Complutense, Joaquín Goyache, y el empresario Juan Carlos Barrabés, cuya empresa fue recomendada por la mujer del presidente del Gobierno en dos concursos públicos de la empresa Red.es.

Según explicó el juez en una providencia, la declaración de Sánchez no se produce por hechos vinculados a la presidencia del Gobierno, por lo que la comparecencia, que iba a ser grabada, se iba a prestar de forma oral. Es decir, no podía ser interpelado por su actuación al frente del Gobierno, pero sí sobre las actividades de su mujer. Sin embargo, se ha negado a declarar para no perjudicar a su mujer.

Reunión con Barrabés en Moncloa

Al negarse Sánchez a responder las preguntas, al igual que hizo su mujer- que se rechazó prestar declaración como investigada al considerar que el juez Peinado está llevando a cabo una investigación prospectiva-, el presidente ha renunciado a clarificar sí se reunió en Moncloa con el empresario Juan Carlos Barrabés, por qué motivos; y si sabía que su esposa había recomendado en concursos públicos a una empresa del propio Barrabés.

En relación a la Cátedra Extraordinaria para la Transformación Social Competitiva (TSC) de la Universidad Complutense de Madrid creada en el 2020 por su esposa, Sánchez no ha arrojado luz sobre la tercera incónita, si tenía conocimiento de que su mujer mantuvo al menos un encuentro en Moncloa con el rector de la Universidad Complutense de Madrid, Joaquín Goyache, en el que hablaron de la creación de esta cátedra universitaria.

Tampoco ha relatado al juez Peinado y a las acusaciones populares si fue informado de que, tal y como adelantó este periódico, Begoña Gómez informó el pasado 2 de julio a la Complutense de su intención de prorrogar otros cuatro años la mencionada cátedra al contar con la supuesta financiación de Conpymes, la patronal promocionada por varios integrantes del Gobierno. Finalmente, en el apartado de la universidad, el presidente del Gobierno no ha esclarecido una quinta duda: si era consciente de que su mujer trató de registrar un software universitario, que había sido financiado con donaciones de empresas como Google, Telefónica o Indra.

La empresa Innmark

La sexta incógnita que el presidente del Gobierno no ha aclarado es la supuesta relación que él y su mujer han tenido con la empresa Inmark, que según la denuncia de la acusación popular de Hazte Oír ha recibido contratos públicos por valor de hasta 8 millones de euros.

El último hecho que tampoco ha explicado Pedro Sánchez es si sabía que su mujer se reunió con los dueños de Globalia en 2020, durante el rescate del Gobierno. En el mismo sentido, otra pregunta que no ha respondido es si tenía conocimiento de que Begoña Gómez fue invitada a viajar a Georgia con varios integrantes de la trama Koldo, y si sabía que la firma Wakalua, que fue promovida por el ex consejero delegado (CEO) de Globalia-Air Europa Javier Hidalgo y el secretario general de la Organización Mundial del Turismo (OMT), Zurab Pololikashvili, pactó pagar 40.000 euros al año al Africa Center de Begoña Gómez , pero que finalmente solo abonó 1.700 euros.