El PSC acusa al PP y la extrema derecha de querer imponer "un cordón sanitario" a los socialistas

Quedan cinco días para poner el broche final a la campaña de las elecciones europeas y los candidatos catalanes conjugan los mensajes para disputar la carrera hacia Bruselas con los de las negociaciones del Parlament cuando falta una semana para la votación clave en la que deberá escogerse la presidencia y la Mesa de la institución. Sin embargo, el cabeza de lista del PSC, Javi López, rehúye el escenario doméstico y se centra en lo que para él es la gran pugna de la contienda del 9 de junio: si la ultraderecha logra cambiar o no los equilibrios en la política europea. "El PP y la extrema derecha quieren hacer un cordón sanitario a los socialistas y a la izquierda", ha defendido en una rueda de prensa organizada por la ACN.

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Ahondando en el principal argumento de su campaña, López ha advertido de que todo lo que se decida en la Unión Europea a partir de la semana que viene estará condicionado por la correlación de fuerzas derivada de las urnas. "Somos los socialistas los que podemos evitar una alianza estructural cuyo centro de gravedad se mueva hacia la derecha e intoxique el proyecto europeo. Somos los únicos que lo podemos frenar", ha insistido. La finalidad en Bruselas, ha añadido, es tejer acuerdos, por lo que no será lo mismo si estos se pactan con el beneplácito de los socialistas que sin y con la participación de la ultraderecha.

De la austeridad a los agricultores

Dos ejemplos ha puesto sobre lo que puede suceder en función de la fuerza que tenga cada familia en Europa. Por un lado, ha rechazado las acusaciones de los Comuns y de Sumar que atribuyen a los socialistas la intención de volverse a aliar con el PP, como hizo tras la crisis de 2008, para abrir una nueva etapa de recortes. López ha defendido que lo que se ha hecho aprobando las nuevas reglas fiscales de la mano de los populares es garantizar que sean flexibles y "evitar volver a las recetas del pasado".

Por otro lado, ha hecho referencia también a las políticas agrarias justo en un día marcado por las protestas y cortes de carreteras de los payeses. "Es preocupante la instrumentalización que hace la extrema derecha del campo", ha lamentado. Para el candidato del PSC, el mundo rural está haciendo reclamaciones "legítimas", en especial por el "grave problema" que hay con la burocracia", pero ha advertido de que hay quien aprovecha ese malestar para "confrontar la agenda verde" con el campo cuando, en realidad, los agricultores son "la primera trinchera" del cambio climático.

A su juicio, hay que reducir la burocracia, hacer cambios en la política agraria común, ayudar al máximo de agricultores y "no subvencionar a los terratenientes" fijando topes, así como garantizar precios justos para los productores. También ha alertado de que acabar con los acuerdos de asociación sería "peligroso" porque estos son "de ida y vuelta" y tendrían un impacto en la exportación de productos catalanes.

El "coraje" de Sánchez con la amnistía

Mención inevitable ha tenido que hacer sobre la amnistía, sobre la que ha dicho que a escala europea, y en especial entre la familia socialista, se valora como fruto del "coraje de la política de distensión" de Pedro Sánchez con el independentismo. "Ha permitido superar la mayor crisis constitucional que ha tenido España en 45 años", ha considerado, además de apostillar que también se ha tomado nota del resultado de las elecciones catalanas del 12 de mayo. "Es evidente que la etapa centrada en la unilateralidad, el choque de trenes y la confrontación ha acabado y que ahora estamos en otra etapa", ha afirmado recordando que el independentismo ya no tiene mayoría.