Historia SPORT

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De ganador a espectador en Le Mans: La frustración de Albert Costa

Tras coronarse en Le Mans hace un año, se quedó sin volante para la edición de este domingo y ha viajado al circuito en su coche "por si surge alguna vacante de última hora"

"Traigo mi ropa, mi casco, mis guantes, todo lo necesario para correr, por si acaso... me quedaré hasta el sábado. Si no corro, no quiero ver la carrera", asume con tristeza

Albert Costa, vencedor el año pasado en Le Mans

Albert Costa, vencedor el año pasado en Le Mans / WEC

Laura López Albiac

Laura López Albiac

Albert Costa protagoniza estos días una triste historia que refleja la extrema crueldad del motorsport. El piloto catalán, de 34 años, se coronó el pasado año en las 24 Horas de Le Mans en categoría LMP2 y vivió un auténtico sueño en lo alto del podio, pero hace poco más de un mes se enteró de que su equipo le dejaba sin volante para la próxima edición de la clásica francesa, que se disputa este fin de semana. Demasiado tarde para conseguir hueco en otra formación. Dicen que la esperanza es lo último que se pierde y Albert se ha presentado en el en el circuito de La Sarthe a la espera de un imposible: "Si algún piloto causa baja de última hora, me ofrezco para sustituirle", cuenta en sus redes.

Costa , que había rechazado ser reserva de Lamboghini en la categoría reina, creyó que era una broma cuando los jefes del equipo Nielsen Racing, equipo con el que compite este año en las European Le Mans Series, le comunicó que no estaba inscrito para las 24 Horas en el WEC.

"El día de mi cumpleaños, el 2 de mayo, tenía carrera en Paul Ricard con el mismo equipo. Llegué feliz y cuando me lo dijeron, -"estás fuera, no vas a correr"-, no daba crédito. No voy a entrar en detalles, pero solo diré que fue por dinero", explica.

Sabía que a estas alturas iba a ser imposible encontrar plaza en otra estructura para Le Mans, pero Albert no se rindió. A principios de esta semana cogió su coche y viajó a Le Mans a la espera de una oportunidad de última hora.

"He venido en coche y traigo mi ropa, mi casco, mis guantes, todo lo necesario para correr, por si acaso... me quedaré hasta el sábado", cuenta en motorsport.com, sin poder ocultar su sentimiento de frustración por la dura situación que está viviendo.

"Es todo muy difícil, porque llegas al circuito, piensas donde estabas el año pasado, la victoria... te viene todo a la memoria y no es fácil de aceptar", reconoce el piloto barcelonés, que si no puede correr, no se quedará a ver la carrera: "¿Para qué voy a estar aquí sufriendo?", zanja.

"Es injusto, pero la vida sigue", dice Albert, que ya trabaja para lograr un asiento en la edición de 2025.