Yamaha y Rossi, un año sin ganar

Yamaha ha naufragado en el arranque de temporada. Han salvado los muebles en algunas carreras gracias a las numerosas caídas que se están produciendo por el delicado grip de los neumáticos, pero las críticas de Valentino Rossi y Maverick Viñales han sido virulentas y son un fiel reflejo de la falta de resultados. De siete carreras disputadas, Honda ha ganado cuatro (Márquez 3 y Crutchlow 1) y Ducati tres (Lorenzo 2 y Dovizioso 1).

Yamaha, que había sido protagonista la última década, ni una. El declive es evidente. Este fin de semana se celebra el GP de Holanda, en el mítico circuito de Assen, que es precisamente el último feudo en el que se impuso una Yamaha. Valentino Rossi se impuso el año pasado, con brillantez y entonces no se podía pensar en que se iniciaría una sequía tan intensa. Assen fue el punto de partida de una travesia en el desierto en la que la marca de los diapasones se ha visto involucrada en diferentes complicaciones técnicas, notables cambios, pérdidas de rumbo y desde entonces han ido de mal en peor. Han perdido la orientación en cuanto a desarrollo y evolución de la moto y tanto Honda como Ducati les han quitado el protagonismo.

impotencia

Valentino Rossi es segundo en el campeonato, con cuatro podios en siete carreras, pero todos ellos en tercera posición. Los 27 puntos que le separan de Marc Márquez son un espejismo, ya que solo en la última carrera de Barcelona ha estado cerca de los líderes, pero nunca ha tenido el ritmo para ganar. Ni él ni Viñales.

Cuando ‘il dottore’ repasa su temporada y hace el diagnóstico no esconde que “es una estadística muy triste. Primero para mí, y sobre todo para Yamaha, que lleva un año sin ganar. Assen es una pista fantástica y normalmente allí la Yamaha va bien. Así que no es que espere llegar y ganar en Assen, pero sí esperamos ser competitivos”.

Assen le devuelve la sonrisa. Es uno de sus circuitos preferidos. Valentino Rossi ha ganado diez veces en ese circuito, una en 125cc (1997) y otra más en 250cc (1998), sumando ocho triunfos en MotoGP (2002, 2004, 2005, 2007, 2009, 2013, 2015 y 2017), una trayectoria que le convierte en uno de los favoritos para ganar este domingo y acabar con un año negro, para él y para Yamaha.