Aston Martin busca soluciones y 'pesca' al director técnico de Ferrari

Según la prensa italiana, Enrico Cardile, máximo responsable técnico de Maranello, ha aceptado la oferta de Lawrence Stroll

Este acuerdo no afecta a las actuales negociaciones con Adrian Newey, el ingeniero estrella de la Fórmula 1, tras su marcha de Red Bull

Después de 22 años en Ferrari, Enrico Cardile podría poner rumbo a Aston Martin en 2025

Después de 22 años en Ferrari, Enrico Cardile podría poner rumbo a Aston Martin en 2025 / Scuderia Ferrari

Laura López Albiac

Laura López Albiac

Aston Martin ha perdido el rumbo pese a la fuerte inversión realizada las últimas temporadas por su propietario, el magnate canadiense Lawrence Stroll, que busca un remediar la situación de manera urgente. Tras la declable en el Gran Premio de España, Fernando Alonso 'explotó' y pidió "más trabajo duro y menos promesas" a su equipo, asumiendo que "por desgracia, no van a llegar soluciones a corto plazo". Mientras el actual staff prepara una actualización importante en Hungría, Stroll está moviendo los 'hilos' en los despachos y según la prensa italiana ha convencido a Enrico Cardile, director técnico de Ferrari, para que se una a su proyecto.

Cardile, que lleva más de dos décadas en Maranello, desde 2002, trabajó junto a Mattia Binnotto como jefe del departamento de chasis y asumiendo la dirección técnica. Con Frédéric Vasseur amplió sus responsabilidades. Ahora habría decidido cambiar de aires, según las informaciones publicadas por medios italianos, que dan por segura su marcha.

El fichaje de Cardile no afectaría a las negociaciones que mantiene Lawrence Stroll con Adrian Newey, el ingeniero estrella de la Fórmula 1, que este año abandona Red Bull y ya ha visitado las instalaciones de Aston Martin en Silverstone, muy cerca de dónde ha estado trabajando hasta ahora, en Milton Keynes. Loic Serra, que se incorporará a Ferradi procedente de Mercedes, podria asumir parte de las funciones de Cardile en la Scuderia, que también pretende a Newey.

Todo ello enmarcado en el cambio de normativa de motores que entrará en vigor en 2026 en la Fórmula y que puede cambiar la actual jerarquía en función de qué constructores acierten más o menos con sus monoplazas, muy diferentes a nivel técnico.