Historia SPORT

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Viladoms, un enamorado del desierto

Responsable deportivo de KTM, la vida de Jordi han sido las motos y el Dakar, una carrera que le cambió la vida

Gestiona a siete pilotos entre los diez primeros, viviendo con enorme intensidad la prueba y reconoce que “el desierto es ya su hábitat”

Jordi Viladoms es el responsable deportivo de los equipos KTM, Husqvarna y Gas Gas en el Dakar

Jordi Viladoms es el responsable deportivo de los equipos KTM, Husqvarna y Gas Gas en el Dakar / KTM

Josep Viaplana

Josep Viaplana

Jordi Viladoms se ha convertido en el corazón de KTM en el Dakar y responsable deportivo de los equipos KTM, Husqvarna y Gas Gas. Después de diez años corriendo la prueba en moto, primero con Marc Coma en el equipo Repsol y después como piloto de KTM, colgó el casco a principios de 2016 para asumir el rol de Sport Manager de la estructura oficial de la marca de referencia en el Dakar y guiar a sus pilotos hacia la conquista de la carrera más difícil, dura y exigente.

Nacido en Igualada (Barcelona), de 43 años, el mejor resultado de Viladoms en el Dakar fue la segunda posición de 2014. Después de tres años como director deportivo ascendió a Team Manager, volviendo a sus funciones en 2022. “Me gusta estar sobre el terreno, realizando test, preparando el roadbook, estando muy cerca de los pilotos, mientras que la parte de contratos y presupuestos no es lo mío” y pudo sacársela de encima.

Su tarea no es fácil. Es un equipo complejo. Consta de 7 pilotos, cuya estructura casi dobla a las de sus adversarios y se divide en las tres marcas (KTM, Husqvarna y Gas Gas) “pero internamente es lo mismo”. El trabajo no es fácil porque tiene que gestionar a 7 pilotos “con personalidades muy diferentes entre sí, que tienen opciones de ganar la carrera, ya sea en el Dakar o en el Mundial, y hay que encontrar un compromiso entre sus legítimas aspiraciones y los resultados del conjunto. De todas formas, ser un equipo grande al final nos hace más fuertes”. Para que se hagan una idea. Viladoms tiene a 7 pilotos entre los 10 primeros.

HABITAT NATURAL “El desierto y el Dakar se han convertido en mi vida. La primera vez que fui al desierto fue un test con el equipo Repsol y rápidamente me enamoré. Fue un flechazo. Soy un privilegiado de poder tener un trabajo que me permite ir al Dakar, viajar a países que me encantan y pasar largos días en el desierto. Todo ello me ha dado una experiencia y una riqueza de vida que nunca pude imaginar. El desierto es mi hábitat y está claro que ahí estaré durante toda mi vida”, explica.

Por su experiencia señala que “como piloto es difícil correr el Dakar. Te juegas la vida. Es un deporte de alto riesgo y a nivel mental era muy estresante. Corrí diez veces y creo que fueron suficientes. Ahora tampoco es fácil. Dirigir un equipo tan grande es complicado porque hay mucha presión, muchas cosas por gestionar y todo lo que no sea ganar no es un buen resultado”.

Mucho se habla de las diferencias. Jordi ha corrido en Africa, Sudamérica y conoce Arabia. “El Dakar ha evolucionado mucho. En sus inicios era una súper aventura. No había tecnología, las asistencias en África hacían casi el mismo recorrido que los pilotos, dormías casi siempre en tienda y no estabas conectado con el mundo. La tecnología lo ha revolucionado todo, más que los diferentes cambios de continente. Si volviésemos ahora a África no sería lo mismo. En Sudamérica encontramos más carreteras y las asistencias lo tuvieron más fácil. Llegaron las autocaravanas y el internet, mientras que ahora en Arabia cada vez hay más facilidades”.

Jordi Viladoms apunta, por último, que “a nivel deportivo, todo se ha ido comprimiendo mucho y tenemos carreras al sprint. La carrera ha perdido un punto de aventura pero, por el contrario, ha ganado un punto más de competición. Nadie conserva nada, todo es un sprint y las motos también han evolucionado mucho. Se va a fondo desde el primer metro al último. Sabes que si conservas y pierdes minutos ya no podrás optar a la victoria”.