El 'cerebro' de la histórica plata mundialista reta a unas Guerreras muy heridas

En diciembre de 2019, el balonmano femenino español escribió una de las páginas más bellas de su historia al conquistar en el Mundial de Japón una medalla de plata que pudo ser de oro de no haber sido por una decisión controvertida de las hermanas Bonaventure, que por suerte para este deporte cuelgan el silbato a la conclusión de los Juegos.

Aquel equipo estaba dirigido por Carlos Viver, el técnico que llevó al Fraikin Granollers a una Final a Cuatro de la EHF cuando no contaba en ninguna quiniela. El catalán cogió el relevo de Jorge Dueñas, el forjador del espíritu de las 'Guerreras' y el responsable del bronce de los Juegos de Londres, la única medalla olímpica del balonmano femenino español.

Retirado en 2009 tras 17 temporadas jugando en Granollers interrumpida por una en el Teucro (1999-00), Viver dejó el banquillo de la selección a José Ignacio Prades, quien es el segundo entrenador de Ambros Martín desde el pasado mes de septiembre.

Pues bien, la historia ha querido que este domingo España se juegue a las 19.00 horas casi todas sus opciones de supervivencia ante una selección angoleña en la que está realizando un excelente trabajo Carlos Viver, quien desde enero compagina este trabajo con el club Primeiro de Agosto de esta excolonia portuguesa.

Las españolas tuvieron un debut muy decepcionante frente a Brasil (18-29) y no pueden permitirse más errores en un grupo en el que también está la vigente campeona olímpica y mundial Francia. Son seis y pasan cuatro a cuartos, por lo que hay que superar a dos equipos y para tener opciones habría que ganar dos de los cuatro encuentros que restan.

La gran incógnita en clave española es el estado físico de Alicia Fernández. La central es una jugadora clave en los esquemas de Ambros Martín y sigue trabajando a destajo para estar a punto. Contra Brasil ni Silvia Arderius ni Carmen Campos funcionaron como directoras de orquesta.

De todas formas, las Guerreras ya han demostrado en repetidas ocasiones que ese apelativo no es gratuito, como cuando cayeron por ocho goles frente a Chequia en el Mundial y unos meses después pasaron por encima del mismo rival en el Preolímpico de Torrevieja. "Tenemos que fijarnos en eso, en levantarnos como hicimos contra las checas después de una derrota muy dura contra ellas", afirmaba Paula Arcos a Prensa Ibérica.