Presidencia de turno

La UE saca tarjeta amarilla a Hungría por los viajes de Orbán a Moscú y Pekín

Los embajadores permanentes de la UE acusan al Gobierno húngaro de provocar una pérdida de confianza y generar confusión mientras Hungría se reafirma en su "misión de paz"

Viktor Orbán, primer ministro de Hungría.

Viktor Orbán, primer ministro de Hungría. / EP

Silvia Martinez

El rapapolvo que le ha caído este miércoles al embajador permanente de Hungría ante la Unión EuropeaBalint Odor, de sus homólogos europeos por los viajes sorpresa de la semana pasada de su primer ministro, Viktor Orbán, a Kiev, Moscú y Pekín, utilizando el logo de la presidencia rotatoria de la UE cuando no tiene ni competencias ni mandato para hablar en nombre de la unión, ha sido de campeonato. Aunque de momento la revuelta contra Orbán no tiene consecuencias, varios Estados miembros se han mostrado partidarios de adoptar medidas contra Hungría para "protegerse" de cualquier posible impacto negativo en la política exterior.

Han sido dos horas de tirón de orejas, durante la reunión del Comité de Representantes Permanentes (Coreper), en las que el grueso de los embajadores europeos --han tomado la palabra todos menos el de Eslovaquia-- han cerrado filas y han arremetido con dureza contra la denominada "misión de paz" de Orbán, a quien han acusado de instrumentalizar la presidencia rotatoria del Consejo, de no respetar y romper los tratados y provocar una pérdida de confianza cuando lo que tiene que hacer todo Estado miembro que ocupa la presidencia semestral de la UE es "cooperar sinceramente", respetar la posición de la UE y consultar la posición en materia de política exterior.

"Ha habido una tarjeta amarilla clara para Hungría y un mensaje contundente de que Orbán está realizando estas actividades a título personal. No puede haber ninguna confusión al respecto ni en la UE ni entre nuestros socios internacionales", explican fuentes diplomáticas al tanto de la conversación mantenida por los 27 embajadores de la UE durante una sesión de trabajo restringida.

Enfado e insatisfacción

Prácticamente todas las capitales han aprovechado el debate, celebrado a instancias de Polonia, para expresar su "enfado" e "insatisfacción" por cómo se han desarrollado los primeros 10 días de la presidencia húngara de la UE en los que el iliberal húngaro se ha reunido con el presidente ruso, Vladímir Putin, en Moscú, con el chino Xi Jinping en Pekín y ha participado en una cumbre informal de los estados turcos pretendiendo representar a la UE cuando no tiene ningún mandato alegando la necesidad de impulsar la paz.

"Han bastado nueve días para que la presidencia húngara (de la UE) pierda cualquier pizca de confianza que le quedaba. Los Estados miembros han descubierto el engaño de Orbán y han sido muy duros condenando las acciones de la presidencia húngara (de la UE)", explican las fuentes consultadas, que apuntan a que el mensaje de las capitales europeas ha sido rotundo y claro. "La presidencia húngara no está desempeñando su papel de mediador honesto. Orbán no representa a la UE ni a sus Estados miembros. Sus acciones no están sirviendo a la UE o a la paz", han avisado aludiendo a que el húngaro no es más que un juguete en manos de Putin y que el lema de su presidencia –"Hacer que Europa vuelva a ser grande de nuevo"—tiene más que ver con hacer que Rusia vuelva a ser grande.

Hungría se defiende

El tirón de orejas de los embajadores europeos al húngaro ha coincidido con el ministro de Asuntos Europeos húngaro, János Bóka, en Bruselas. El enviado de Orbán ha reiterado en que la misión --"muy delicada, ha dicho-- no se produjo en nombre de la UE pero ha advertido que mantendrán esta estrategia y harán todo lo que puedan para facilitar "la resolución del conflicto entre Rusia y Ucrania". Y, a ojos de Budapest, esto implica "la apertura de canales diplomáticos de comunicación con Rusia", algo que, según Bóka, no prohíbe ninguna legislación internacional o europea.

"Algunos Estados miembros han expresado su posición de que creen que esto no es apropiado. La posición húngara es que, si hay alguna posibilidad de que esto pueda llevar a la resolución del conflicto y a salvar vidas humanas, es la responsabilidad política que debe asumir el primer ministro húngaro", ha justificado durante una rueda de prensa. Según Boká, Orbán ya ha enviado una carta a sus homólogos europeos y al presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, informándoles sobre su entrevista con el presidente ruso.