Ultraderecha en Argentina

Milei se radicaliza contra Brasil y Bolivia bajo la premisa de que Trump ganará las elecciones

El presidente argentino tuvo su primer y entusiasta encuentro con Trump en una reunión precedente de la CPAC en Washington, en febrero pasado

Javier Milei, presidente de Argentina

Javier Milei, presidente de Argentina / Europa Press

Abel Gilbert

Los efectos del primer debate entre el presidente Joe Biden y su oponente en las elecciones del 5 de noviembre, Donald Trump, no solo se sienten en el partido demócrata. Por razones de sintonía política pero, también, a la luz de las predicciones derivadas de la confrontación televisiva, el ultraderechista argentino Javier Milei, el mismo que se considera una celebridad mundial, ha decidido jugar todas sus fichas a favor del candidato republicano.

Para ponerse a tono con sus anhelos, participará en la ciudad brasileña de Camboriú, en el estado de Santa Catarina, de un evento de la Conferencia de Acción Política Conservadora (CPAC). Milei tuvo su primer y entusiasta encuentro con Trump en una reunión precedente de la CPAC en Washington, en febrero pasado. Con su viaje a Brasil, el presidente argentino provoca un doble desaire. El anarco capitalista decidió recurrir a su manual de estilo y, al igual que lo ocurrido cuando viajó a Madrid para participar de un acto de Vox, en mayo pasado, redoblando allí sus ataques al jefe de Gobierno de España, Pedro Sánchez, esta vez se verá con el expresidente Jair Bolsonaro después de haber intercambiado filosos mensajes con el actual mandatario brasileño Luiz Inacio Lula da Silva.

A Milei no le falta audacia para ejercer la provocación. Esta jugada, se señaló en Buenos Aires, no es ajena a una sensación de la ultraderecha argentina y regional de que la victoria de Trump en las urnas está más cerca que antes. El extertuliano televisivo se propone hacer acto de presencia en la CPAC y encontrarse con el excapitán retirado, a quien había invitado a su toma de posesión, en diciembre pasado, en momento que el Gobierno del Partido de los Trabajadores (PT) le reclama a Argentina que no proteja a decenas de bolsonaristas que son buscados por la justicia por su participación en el intento de golpe de Estado del 8 de enero de 2023. Los conjurados atravesaron la frontera meses atrás.

Mejor Bolsonaro que Lula

Milei ha resuelto subir la apuesta de su disputa con Lula al elegir a la CPAC en vez de la cumbre del Mercosur, la zona de libre comercio que lideran Argentina y Brasil e integran además Uruguay y Paraguay, y que se reunirá el viernes en el último de esos países. El portavoz presidencial, Manuel Adorni, explicó que Milei no viajará por "cuestiones de agenda" y para no "sobrecargar" sus actividades.

Un modo irónico de explicar que ha preferido encontrarse con Bolsonaro y no con Lula después de haberlo llamado una vez más "corrupto y comunista". El presidente argentino se negó a una retractación e hizo una vez más suyo el lenguaje de Bolsonaro.

"Las cosas que dije son ciertas. ¿Cuáles son los problemas? ¿Que le dije corrupto? ¿Y acaso no estuvo preso por corrupto? ¿Y que le dije, comunista? ¿Y acaso no es comunista? ¿Desde cuándo hay que pedir perdón por decir la verdad? ¿O estamos tan enfermos de corrección política que a la izquierda no se le puede decir nada?".

Jugada peligrosa

Lula había evitado saludarse con Milei en la reciente cumbre del G7. "Creo que él debe pedirle disculpas a Brasil y a mí. Dijo muchas tonterías. Sólo quiero que él pida disculpas. Yo quiero a Argentina, es un país que me gusta mucho, es un país muy importante para Brasil, y Brasil es muy importante para Argentina. No es un presidente de la república quien va a crear cizaña entre Brasil y Argentina", dijo posteriormente "Es una discusión tan chiquita; parece una discusión de criaturas, de preadolescentes. Es el mismo mecanismo de (Gustavo) Petro, de Sánchez", respondió de inmediato el anarco capitalista.

Argentina y Brasil parecían haber entrado en una etapa de convivencia forzada desprovista de agresiones retóricas después de que la Administración de Lula contribuyera a que su principal socio comercial resolviera una emergencia energética. La ministra de Exteriores, Diana Mondino, publicó en su cuenta en X un corazón para representar el agradecimiento. Las fricciones bilaterales se han incrementado. El giro no sorprende a los brasileños.

De acuerdo con el diario paulista 'Folha', "ministros y miembros del Gobierno de Lula ya están calculando lo que podría ocurrir si Donald Trump, y no Joe Biden, gana las elecciones estadounidenses de noviembre". El primer impacto de retorno del magnate a la Casa Blanca se sentiría en los vínculos con Argentina. "Tenderían a empeorar". Brasil cree que Trump ayudaría a un Milei necesitado de dólares para materializar su programa radical.

El especialista en política internacional Juan Gabriel Tokatlian considera que la ultraderecha argentina "se ha separado de algunas de las líneas históricas de la diplomacia" en el terreno bilateral y multilateral, "ha impuesto un marcado personalismo en el manejo de los posicionamientos mundiales y regionales", y, además, "ha confundido, en ocasiones, el interés personal con el interés nacional".

Pensamiento reaccionario

En un artículo publicado en el portal 'Cenital', Tokatlian sostiene que en los dichos y los actos de la era Milei "se despliegan de manera contundente tanto el retorno a la idea del choque de las civilizaciones, como el papel de la religión y del pensamiento reaccionario en la política exterior". Un nuevo Gobierno de Trump reforzaría esta manera de entender el mundo.

Claro que una escalada con Lula, quien ya había tenido su propio corto circuito con Elon Musk, un promotor de la figura de Milei, podría, sin embargo, costar muy caro a Buenos Aires. En virtud de su sociedad política y comercial, ambos países tienen un acuerdo de comercio administrado en materia de automoción que permite complementar la producción de los dos países. Según el portal 'La Política Online', Brasil presiona para ponerlo entre paréntesis, una decisión que "podría destruir a la industria nacional".

Crisis con Bolivia

No se trata solo de rivalizar con Brasil en este momento. Bolivia llamó este lunes a consultas a su embajador en Argentina después de que su Gobierno describiera como "falsa denuncia" el fallido golpe de Estado contra el presidente Luis Arce. La Paz calificó esas declaraciones de "inamistosas y temerarias" y de un "un negacionismo inaceptable". La oficina del presidente Milei había "denunciado" que la conjura había sido "fraudulenta" y "poco creíble" porque el Movimiento al Socialismo (MAS, en el poder, pero fuertemente dividido) "controla el Poder Legislativo, el Poder Judicial, el Poder Ejecutivo y las Fuerzas Armadas".