Segunda vuelta de las elecciones

El cordón sanitario frena a la extrema derecha pero complica el escenario político en Francia

 En caso de mayoría absoluta, el presidente estaría obligado a nombrar un Primer Ministro de la agrupación ganadora y cohabitar con él

El presidente de Agrupación Nacional, Jordan Bardella, pasa ante Marine Le Pen

El presidente de Agrupación Nacional, Jordan Bardella, pasa ante Marine Le Pen / Europa Press/Contacto/Alexis Sciard - Archivo

Leticia Fuentes

Francia inicia su jornada de reflexión antes de la segunda vuelta de las elecciones legislativas adelantadas, que tendrá lugar este domingo 7 de julio. Según los últimos sondeos publicados por Ipsos, la extrema derecha retrocedería respecto a las últimas semanas, y ahora estaría lejos de conseguir una mayoría absoluta con 175 y 205 escaños. Por detrás, la coalición del Nuevo Frente Popular con 145 y 175 escaños, y en un tercer lugar la mayoría presidencial con 118 a 148 escaños. 

Tras una semana de alianzas, movimientos estratégicos sobre las circunscripciones en las que se habían formado en la primera vuelta, triangulares y cuadrangulares, Francia se enfrenta a las urnas con más incertidumbre y sin mayorías claras. 

Sin mayorías claras, ¿quién será el Primer Ministro?

Si lo que auguran los sondeos se cumplen, el macronismo estaría lejos de conseguir mayoría absoluta e incluso la relativa, por lo que el gobierno actual tiene pocas posibilidades de continuar. Si ninguna fuerza política consigue una mayoría clara, existen varios escenarios posibles pero ningún calendario estipulado. La Constitución francesa no marca en este caso los tiempos, solo el Artículo 8 de la Carta Magna estipula que, “el presidente de la República nombra al Primer Ministro. A propuesta del Primer Ministro, nombra a los demás miembros del Gobierno y pone fin a sus funciones”. 

Sin calendario oficial, el escenario que se presenta es diverso. En caso de mayoría absoluta, el presidente estaría obligado a nombrar un Primer Ministro de la agrupación ganadora y cohabitar con él. Hasta ahora, los expertos hablaban de una cohabitación entre Emmanuel Macron y el ultraderechista, Jordan Bardella, pero en esta segunda vuelta la situación ha ido variando.

Sin mayoría absoluta, no hay ninguna ley o artículo en la Constitución que estipule que el gobierno de Gabriel Attal tenga que abandonar el poder, pero se enfrentaría a una moción de censura por parte de los diputados, ya el primer día de Asamblea Nacional. Sin mayorías claras, estaríamos ante dos posibilidades: el presidente puede nombrar a un primer ministro de la fuerza con mayoría relativa, o los partidos pueden llevar a cabo una coalición y crear así un “gobierno arco iris”.

En este caso, la coalición sería entre el Nuevo Frente Popular, la mayoría presidencial y Los Republicanos, aunque el macronismo ya ha dejado claro que no pactará con La Francia Insumisa (parte de ese Nuevo Frente Popular). "No habrá jamás una alianza entre nosotros y La Francia Insumisa (LFI)", insistió este miércoles el primer ministro francés, Gabriel Attal. 

Gobierno técnico

En las últimas horas, también ha surgido una nueva teoría posible, el de un gobierno “técnico”, es decir, un ejecutivo compuesto por altos funcionarios y expertos sin afiliación política que, únicamente se ocuparían de asuntos de actualidad, cómo gestionar crisis o aplicar reformas específicas, para evitar un bloqueo político del país. 

Esto no es algo excepcional ni único en la historia de Francia. En 1954, Pierre Mendès solicitó la ayuda de varios expertos en su gabinete para llevar a cabo reformas económicas y sociales. También en 1958, Charles de Gaulle asumió la presidencia en plena crisis política en el país y formó un gobierno de tecnócratas que ayudaron a estabilizar la situación y a redactar la nueva Constitución de la Quinta República.  

Este domingo Francia se la juega. Los ciudadanos saben que podría ser un día histórico, estaríamos ante la primera vez que la extrema derecha gana unas legislativas, gracias al voto de los ciudadanos. Están llamados a votar más de 49 millones de franceses, y según las últimas encuestas, podría registrarse una participación récord. Se han registrado más de tres millones de procuraciones de voto, porque muchos, ya de vacaciones, no se imaginaban este escenario político en Francia.