Junior Hurtado, el central colombiano que sueña con triunfar en España

El zaguero de 19 años y 2,05m ha estado ejercitándose con el filial del Girona y del Espanyol. Hoy vuelve a su país pero aspira a volver a Europa

"Cambié el chip", explica a SPORT sobre el momento en el que pasó de ser delantero a defensa. En los últimos tres años ha crecido 15 centímetros

Junior Hurtado, en La Vinya de Girona

Junior Hurtado, en La Vinya de Girona / SPORT

Roger Payró

Geovanny Junior Hurtado Julio quiere poner a Tucurinca en el mapa. Este joven central de 19 años –cumple 20 el próximo 30 de noviembre- mide 2,05m y pesa 83 kg y viene de vivir su primera gran experiencia en Europa, donde aspira a triunfar como futbolista. Originario de este pequeño pueblo colombiano de 3.000 habitantes, ubicado en Santa Marta en el Departamento de Magdalena, este viernes vuelve a su país después de haberse estado ejercitando varios días con el filial del Girona y del Espanyol. Confía en que no sea un adiós sino un hasta pronto.

“No fue fácil”, explica a SPORT sobre su vivencia desde que apostó por el fútbol, animado por su tío Fabián Muñoz, exfutbolista del Unión Magdalena. Lleva dos años y medio lejos de su tierra natal, viviendo en Pereira a 927 kilómetros con otros jugadores tutelados de élite aunque en condiciones no del todo idóneas. Con pasado en el Algarrobo F.C. y el Club Deportivo y Escuela Ciudadela 29 de julio F.C., Junior Hurtado –como se le conoce futbolísticamente- estuvo como preseleccionable del combinado Sub-17 de Colombia, donde Alfredo ‘El Pato’ Araújo, el segundo entrenador, le tenía controlado. Sin embargo, una prueba en el CD Tolima le cambió su incipiente carrera.

De hacer goles a evitarlos

“Antes era delantero, fui hacer una prueba en Tolima pero ahí me dijeron ‘vienes de central’. Desde los 17 he trabajado como defensa, cambié el chip”, explica Hurtado, que ha crecido 15 centímetros en los últimos tres años y que no echa de menos ser la punta de lanza. Durante este tiempo ha estado trabajando para ganarse el pan como zaguero y de hecho, ya liderando la retaguardia, el espigado futbolista fue elegido como mejor jugador de la Copa Ciudad Pereira el pasado mayo con el Unión Caribe a las órdenes de Alexander Piedrahita. Este torneo regional le permitió empezar a coleccionar méritos para cruzar el charco, algo que logró hace un mes.

“Quería salir de Colombia”, reconoce a pesar de tener que volver antes de lo que le gustaría. El 11 de octubre partió de Bogotá hacia España. El Girona y el Espanyol le han abierto sus puertas a 10.000 kilómetros de su casa, pero por un tiempo limitado. La delicada situación económica actual no ayuda a consumar su sueño aunque ha hecho avances para el futuro.

El pasado 28 de octubre, en un entrenamiento con el Manlleu para no perder el ritmo entre un período de prueba y otro, hizo un 10 de 10 en efectividad de pase en carrera a 20 metros de una portería de un metro. Como dato relevante, el segundo mejor registro fue un 3 de 10. Y es que la precisión en sus envíos es uno de sus fuertes, más allá de un poderoso juego aéreo por razones obvias. “Hablo mucho, me gusta ser un líder en la cancha y trato de filtrar muchas pelotas entre líneas”, explica.

Antes de estar un par de días con el Manlleu había pasado por una adaptación de algo más de dos semanas estando en La Vinya. Fue rápida. Quique Cárcel, director deportivo del Girona, pensó en tenerlo dos o tres días a prueba pero terminó alargando su estancia. Axel Vizuete, entrenador del filial gerundense, acabó satisfecho con su rendimiento aunque los ajustados límites salariales del club le dejaron sin opción a estas alturas de temporada.

Junior Hurtado, con la indumentaria del Espanyol

Junior Hurtado, con la indumentaria del Espanyol / SPORT.es

En noviembre ha cambiado la elástica rojiblanca por la blanquiazul. Rufete, homónimo de Cárcel en el Espanyol, se interesó por él a pesar de que tras dos semanas de entrenamientos el final ha sido el mismo. En su maleta se lleva el reconocimiento del cuerpo técnico de Luis Blanco, cuya zaga es de mucho nivel con Lluís Recasens, Álvaro García y Aleix Gorjón –y en ocasiones también Carlos Mangada retrasa su posición-. El epílogo de Junior Hurtado fue la disputa del amistoso benéfico del filial periquito en Alcanar este pasado miércoles. Lo hizo como titular con el dorsal ‘40’.

Tras un mes único, hoy parte de regreso a Colombia. Ahí ha ganado enteros para llegar al fútbol profesional y si adquiere experiencia puede que el futuro le sonría con otro billete de vuelta a Europa con un contrato bajo el brazo. Dos de sus tres hermanos tienen estudios universitarios y él terminó el bachillerato. Es la opción B porque la A tiene forma esférica. Sabe que es difícil alcanzar el sueño de dedicarse y vivir del balompié, pero con esfuerzo y oraciones –lee la Biblia a diario- espera lograrlo. Hurtado amenaza con volver.