Los jugadores tienen miedo a volver y se abren a tomar medidas

L. Miguelsanz

L. Miguelsanz

Los vestuarios de Primera División andan revueltos. Hay miedo, mucho miedo a volver a los terrenos de juego con las cifras de contagiados y fallecidos por el coronavirus en España. Muchos capitanes expresaron a la AFE su malestar por las fechas pactadas para el regreso y hasta seis equipos amenazaron con un plante en los próximos días. No hay unanimidad en los profesionales, pero va ganando la opinión de rechazar el regreso si el Ministerio de Sanidad no da absolutas garantías a pesar de las presiones que están recibiendo. Y, claramente, ven como una quimera comenzar los entrenamientos el próiximo 11 de mayo. Puede haber lío gordo. 

Los futbolistas, algunos también muy molestos con el papel de la AFE, repudian el protocolo ideado por la Liga. En la reunión de capitanes ya dejaron clara su negativa a las concentraciones ya que, precisamente, el coronavirus se extendió en algunos vestuarios a causa de estar en grupo durante algunos días. También hay mucha polémica con los contínuos test a los que se someterán, ya que quieren que sean de máxima efectividad, y pedirán que, en caso de reanudar los entrenamientos, todo se paralice en el momento que haya un solo caso positivo. Mínimo riesgo para primar la salud.

Los vestuarios de Primera están en permanente contacto y van a ser claves para que todo pueda reanudarse. Han pedido información a sus cuerpos médicos y están a la espera de sus análisis. De hecho, todos los médicos de Primera mantuvieron un encuentro en el que quedó bastante claro que es imposible garantizar el riesgo cero, tal y como están las cosas. Los controles ayudarán, pero es imposible prever lo que puede suceder.

pavor a los viajesOtro de los puntos que no ven claro los futbolistas son los desplazamientos, sobre todo a zonas dónde el coronavirus sigue activo. Alguno de los capitanes mostró su disconformidad a viajar hacia Barcelona o Madrid para jugar ante la problemática de la enfermedad. Los clubs de Segunda División también han puesto el grito en el cielo por sus largos viajes en autocar por España, algo que les puede exponer  de forma problemática.

En estos momentos no hay clara unidad de acción. Parece que la mayoría de vestuarios estaría por la labor de volver a los entrenamientos para, luego, evaluar la situación y analizar si se inicia la competición. La Liga tiene cierta prisa en aclararlo todo, ya que debe presentar su planning final a la UEFA el próximo 24 de mayo y la presión es muy alta.

Otra de las graves preocupaciones de los futbolistas se centra en su estado físico. Todos piden un mínimo de un mes de entrenamientos para volver a la competición con un c¡erto ritmo y esperan que haya cambios en las normas: Más pausas de descanso en los partidos y la posibilidad de efectuar más de tres cambios. Hay riesgos importantes de lesión por el poco descanso que habrá y las altas temperaturas que deberán lidiar por jugar en los meses de verano. En todo caso, la preparación física se ve como un tema algo menor, ya que el foco de todas las críticas están centradas sobre cómo se gestionará la salud por el coronavirus.

De los seis equipos que han mostrado su clara negativa, se encuentran clubs de la zona alta y baja. Todos están dispuestos a acabar la temporada, pero hacerlo cuando la situación esté controlada y consideran que no se dan las condiciones óptimas para volver. Se están arropando en abogados y pueden ir a la guerra porque no se ha contado con su opinión. La próxima semana puede ser clave, aunque la Liga tendrá un serio problema si algunos equipos se plantan. La única realidad es que todo sigue en el aire.