Ovelar brilla en el clásico paraguayo

A veces en el fútbol, las figuras de los clásicos suelen ser las personas más inesperadas.  En el caso de Cerro Porteño, se convirtió en realidad el domingo al empatar ante el Olimpia a dos goles en el partido por la décimo séptima jornada del fútbol paraguayo. 

No solamente fue un jugador inesperado que salió siendo figura, sino que también estableció una nueva marca como goleador en la primera división.  El joven delantero de 14 años anotó al minuto 16 del partido; Ovelar había disputado un balón y sufrió un golpe en la cabeza, pero rápidamente se recuperó para continuar en el juego. Posteriormente, le llegó al balón al área y definió por encima del portero Alfredo Aguilar para darle ventaja a “El Ciclón”.

Olimpia empató el partido al minuto 27, pero no sería hasta el minuto 91 que Cerro Porteño conseguiría el gol de la ventaja cortesía de Marcos Acosta. Aunque en ese momento, el partido tomó un rumbo diferente. 

El partido llegó a 13 minutos de tiempo añadido y al final Olimpia rescató un punto valioso gracias a un penal controvertido que anotó Jorge Ortega.  Esa acción y la actuación del árbitro Óscar Velásquez causó la ira del presidente de Cerro Porteño, Juan José Zapag: “Lo que le hicieron a Cerro es de malos deportistas”, soltó el enfurecido Zapag tras el empate.

Más allá del resultado, lo de Ovelar fue lo que más resaltó en la cobertura del partido a nivel nacional e internacional.  El joven futbolista se convirtió en el tercer jugador a nivel mundial en anotar gol a tan temprana edad, además de ser el goleador más joven en un clásico guaraní.

La prensa paraguaya resaltó su serenidad frente del arco, recordando que Ovelar viene de un ADN futbolístico, ya que su padre es Fabián Ovelar y su abuelo es el legendario jugador de El Ciclón, Gerónimo Ovelar, quien fue parte de la selección paraguaya que ganó la Copa América en 1979. 

A falta de cinco fechas para terminar el torneo, el resultado fue como una victoria para Olimpia, debido a que mantuvieron una distancia de siete puntos con relación a su acérrimo rival, con el objetivo de lograr el bicampeonato.