Sociedad

La situación de las monjas de Belorado alcanza un estado crítico: podrían terminar en la calle

Debido a su situación actual podrían terminar siendo desahuciadas

Varias de las monjas cismáticas de Belorado, durante una grabación de sus artes culinarias.

Varias de las monjas cismáticas de Belorado, durante una grabación de sus artes culinarias. / EPE

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El cisma de las exmonjas de Belorado está por cumplir cuatro meses, durante los cuales han estado bajo constante escrutinio mediático tras abandonar la Iglesia Católica. Este polémico episodio comenzó el 13 de mayo, cuando la abadesa del Monasterio de Santa Clara de Belorado presentó un manifiesto de 70 páginas anunciando su separación. Desde entonces, las excomulgadas han defendido su decisión, afirmando que ahora "caminan solas" y "libres". Pese a las críticas, han continuado viviendo en el monasterio, aunque su situación podría complicarse mucho más en los próximos días.

Tras su desvinculación de la Iglesia, las monjas se unieron brevemente a la Pía Unión de San Pablo Apóstol, liderada por el falso obispo Pablo de Rojas y el sacerdote José Ceacero. Sin embargo, rompieron con esta comunidad y asumieron el control de su propio destino, enfrentándose al Arzobispado de Burgos. Esta confrontación ha tenido repercusiones económicas, incluyendo impagos que dañaron su reputación y una campaña de recaudación de fondos fallida.

A pesar de las dificultades financieras, las monjas siguen luchando por permanecer en el Monasterio de Santa Clara, donde han vivido durante años. Sin embargo, su hogar está en riesgo, ya que el arzobispo de Burgos, Mario Iceta, ha solicitado su desahucio. Iceta había expresado inicialmente su deseo de evitar una confrontación legal, pero ante la negativa de las exclarisas a abandonar el monasterio sin una orden judicial, se vio obligado a tomar medidas legales. Ahora, las administraciones competentes deben evaluar la situación antes de proceder con el desalojo.

Este proceso legal se encuentra en una fase crítica. Aunque el Departamento de Bienestar Social e Igualdad de la Diputación Provincial de Burgos debe emitir un informe de vulnerabilidad para decidir el futuro de las religiosas, los trámites se han retrasado por las vacaciones de verano. Con la llegada de septiembre, se espera que las evaluaciones se reanuden, lo que podría acelerar el desalojo. Las monjas, por su parte, defienden su derecho a permanecer en el monasterio, argumentando que el edificio fue fundado por beatas en 1358 y que todas las reformas han sido financiadas por ellas mismas y sus allegados.