Sumérgete en el lujo a 1500 metros de altura en el Parador con la piscina de ensueño y vistas panorámicas

El Parador de Cruz de Tejeda ofrece una escapada única en el corazón de Gran Canaria, donde la montaña se convierte en un tesoro tan valioso como el mar. Rodeado por las majestuosas cumbres que la UNESCO reconoció como Patrimonio de la Humanidad, este parador es un refugio de tranquilidad y vistas impresionantes. El emblemático Roque Nublo, el imponente Pico de Las Nieves y el encantador pueblo de Tejeda dan vida a este entorno espectacular.

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Una de las joyas de este parador es su piscina, una obra maestra de diseño natural. No necesita adornos, ya que sus aguas se funden con el horizonte montañoso, ofreciendo una sensación de natación en el cielo. La piscina es parte de un completo Spa que mima a los visitantes con baños de burbujas, saunas y tratamientos personalizados, brindando una experiencia de relajación inigualable.

Las habitaciones, adornadas con tonos cálidos y materiales naturales, se convierten en ventanas al paraíso montañoso y estrellado. Mientras que el sol pinta las cumbres con luz dorada, la noche despliega un manto de estrellas que completa la belleza del entorno. Aunque el parador ofrece una estancia tentadora, el encanto de Tejeda también invita a explorar.

Sus calles de casas blancas y madera dan comienzo a rutas de senderismo y vistas panorámicas, como la Ventana de Morro, un enmarque perfecto para el paisaje de Roque Nublo. En definitiva, el Parador de Cruz de Tejeda es un oasis en las alturas, donde la piscina y las vistas son solo el comienzo de una experiencia que fusiona lujo, naturaleza y serenidad en el corazón de Gran Canaria.