Cómo limpiar los faros de tu coche y que parezcan nuevos

La visibilidad es uno de los aspectos más importantes en el momento de ponernos al volante. La circulación por las carreteras en horario nocturno puede suponer un riesgo para nuestra seguridad vial y la de los demás si no disponemos de un alumbrado en condiciones. Es por ello que, mantener en buen estado los faros del coche es fundamental.

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Lo primero que debemos hacer es asegurarnos de que todas las luces funcionan y no haya ningún faro fundido. Después de haberlo comprobado, lo más importante es mantener los plásticos protectores limpios, de estar sucios la luz no pasará de manera correcta, poniendo en riesgo la visibilidad.

Para limpiarlos los faros del coche de forma correcta hay que rociarlos con agua a poca presión, eliminando el polvo o tierra que haya podido quedar en la superficie y que en ocasiones, puede incluso rayarla. Seguidamente, hay que utilizar un jabón suave neutro y frotar con un paño suave. Lo más recomendable es que este sea de microfibra, de ninguna manera puedes utilizar estropajos u otros materiales que podrían resultar agresivos y dañar el elemento.

En caso de que después de una buena limpieza sigan deteriorados, es posible que necesites pulir los faros del coche. Para hacerlo de forma de casera puedes utilizar la pasta de dientes, aplica un poco en un trapo suave limpio y frótala por todo el faro. Finalmente, acláralos con agua tibia a poca presión y quedarán casi como nuevos.