Los impuestos que no deben pagar los jubilados

Jubilarse es uno de los mayores cambios en la vida de una persona adulta, afectando en su día a día y también en sus finanzas

Las personas jubiladas pueden beneficiarse de exenciones y descuentos que permiten mejorar esta etapa de la vida

Un grupo de jubilados se reúne en el parque

Un grupo de jubilados se reúne en el parque

SPORT.es

Muchos ciudadanos de la población activa laboral sueñan con un día: su jubilación. Jubilarse es uno de los mayores cambios en la vida de una persona adulta, afectando en su día a día y también en sus finanzas.Las personas jubiladas pueden beneficiarse de exenciones y descuentos que permiten mejorar esta etapa de la vida.

Unas de las ventajas fiscales más destacadas para los jubilados es la venta de la vivienda y el IBI. En 2023, la pensión mínima para los pensionistas de 65 años o mayores de nuestro país se estableció en 10.963,40 euros al año. Una cifra que puede ascender hasta los 13.526,80 euros en caso de que la persona tenga un cónyuge a cargo.

Los jubilados que perciben una pensión pública pueden estar exentos de pagar IRPF si la pensión que reciben no supera cierto importe. En concreto, los pensionistas que reciban menos de 12.900 euros están exentos de pagar el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas.

Por oro lado, las personas de 65 años o mayores cuentan con exenciones fiscales en la vivienda habitual y en otras ventas de bienes patrimoniales. En lo que respecta a la vivienda, la exención se aplica siempre y cuando se destine el importe obtenido a la constitución de una renta vitalicia asegurada a su favor.

Además, en algunas Comunidades Autónomas, los jubilados están exentos de pagar el impuesto de Sucesiones y Donaciones si reciben una herencia de ciertos familiares directos, como cónyuges, hijos o padres. Finalmente, en algunas ocasiones, los jubilados pueden estar exentos de pagar el IVA en bienes o servicios relacionados con la sanidad, la cultura, la educación o la vivienda.