Este es el impresionante parador de Cuenca construido en un castillo del siglo VIII

Ubicado en un castillo con más de 13 siglos de historia, asomándose al río Júcar desde lo alto del Pico de los Hidalgos y con unas vistas sobresalientes de la zona, el Parador de Alarcón es uno de los puntos más emblemáticos de Cuenca.

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De acuerdo con la información oficial, se trata de un parador erigido sobre un castillo del siglo VIII, donde todas las dependencias internas han sido reconstruidas para adaptarlas a las necesidades del establecimiento, "con una unión de estilos moderno y clásico en la que los textiles acentúan el carácter medieval". El objetivo, precisan, es trasladarnos a la época medieval.

Lograrlo, por supuesto, no resulta tarea complicada: el castillo de Alarcón, se asume, es una fortaleza de origen prerromano, que fue ciudadela árabe y, desde 1184, baluarte cristiano. "Hoy luce como un edificio gótico, salvo por su renacentista torre del homenaje, y está estructurado en torno a un pequeño patio interior con aljibe", añaden.

En el exterior, "el castillo está rodeado por las tres líneas de muralla originales, que lo unen al resto de fortificaciones de la villa de Alarcón, y conserva el antiguo patio de armas, externo y amurallado, hoy jardines y aparcamiento del parador". Sin embargo, la experiencia cuenta con sus tintes de modernidad, ya que también ofrece servicio de aire acondicionado, caja fuerte con capacidad para ordenador portátil, tecnología ChromeCast y wifi gratis, haciendo de este destino un equilibrio perfecto entre ambas temporalidades.