Así funciona la inyección letal: sus efectos hasta una parada cardíaca

Históricamente, se han utilizado diferentes métodos, pero la inyección letal se ha convertido la más habitual en países como Estados Unidos

Fotografía de archivo que muestra la cámara de la muerte donde los presos fallecen por inyección letal en Huntsville (Texas), EE.UU. EFE/Paul Buck

Fotografía de archivo que muestra la cámara de la muerte donde los presos fallecen por inyección letal en Huntsville (Texas), EE.UU. EFE/Paul Buck

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La pena de muerte conlleva provocar la muerte de una persona condenada por parte del Estado, como castigo por haber cometido un delito. Históricamente, se han utilizado diferentes métodos, pero la inyección letal se ha convertido la más habitual en países como Estados Unidos. Fue presentada en 1977 en Oklahoma, por el médico estadounidense Jay Chapman.

Según cuenta Francisco López-Muñoz en un artículo para 'The Conversation': "De las 22 ejecuciones judiciales acontecidas durante 2019 en este país, 20 lo fueron por inyección letal". Este proceso no solo es empleado en el país norteamericano, sino que también se expande a China, Tailandia, Guatemala, Taiwán, Nigeria, Vietnam o Maldivas.

En Tailandia, país donde Daniel Sancho ha sido juzgado por el asesinato de Edwin Arrieta, la inyección letal se estableció en 2003. No obstante, no se lleva a cabo ninguna ejecución desde 2018. Sin embargo, todavía ningún consenso entre países sobre la combinación exacta de fármacos. Según la enciclopedia online Britannica, hasta finales del siglo XXI, la inyección letal consistía de tres sustancias químicas: tiopental sódico, bromuro de pancuronio y cloruro de potasio.

El primero induce una pérdida profunda del conocimiento en 20 segundos. El segundo, es un relajante muscular que paraliza todos los músculos. El tercero induce un paro cardíaco irreversible. En Estados Unidos, los médicos no participan en este proceso: "La Asociación Médica Americana establece, desde la perspectiva ética, que ningún médico debe participar en las ejecuciones, en ninguna manera, salvo en la certificación de la muerte del recluso".