Las fases por las que pasa el cuerpo cuando está en huelga de hambre

La madre de Rubiales se ha declarado en huelga de hambre y permanece encerrada en una iglesia de Motril

Luis Rubiales

Luis Rubiales

El beso forzado de Luis Rubiales a Jenni Hermoso, ha traido muchísimas consecuencias, tras negarse a dimitir ha sido inhabilitado como presidente de la Real Federación Española de Fútbol y se ha convertido en el epicentro del foco mediático. Las consecuencias han llegado hasta a su familia y su madre, Ángeles Béjar, se ha llevado todas las miradas: se encuentra encerrada en la iglesia de la Divina Pastora de Motril donde se ha declarado en huelga de hambre hasta que se encuentre una solución a "cacería, inhumana y sangrienta" que está viviendo su hijo.

Ángeles Béjar, considera que su hijo es la víctima de toda esta historia, hasta que se encuentre algún tipo de solución a la polémica estará sin comer. Por el momento, la madre de Rubiales únicamente lleva dos días atrincherada en la iglesia pero sufre problemas de salud y un médico ha acudido a revisar que todo estuviera correcto.

La huelga de hambre es una forma de protesta no violenta que se emplea como último recurso para ejercer presión. Independientement de si obtiene resultados, sus consecuencias más directas e inmediatas recaen sobre el propio cuerpo del individuo que la lleva a cabo.

Agotamiento de las reservas de glucosa

La glucosa es un tipo de azúcar que el cuerpo utiliza como combustible. En las primeras 48 horas de una huelga de hambre, las reservas de glucosa se agotan esto puede provocar cambios de humor y falta de concentración, ya que el cerebro depende principalmente de la glucosa para funcionar.

Modo de ahorro de energía

Tras pasar dos días el cuerpo entra en modo de ahorro de energía, disminuye la velocidad a la que quema energía para conservar lo que queda. Puede sentirse débil, mareado y con un ritmo cardíaco más lento.

Cetosis

El cuerpo entra en un estado llamado cetosis, en el que quema grasa para obtener energía en forma de moléculas llamadas cetonas. Este estado puede formar parte de dietas específicas, en contexto de huelga de hambre, donde puede acumular ácidos en el cuerpo que afectan negativamente a los riñones.

Desgaste muscular

En este punto, el cuerpo comienza a romper el tejido muscular para liberar aminoácidos, que son los bloques con los que se construyen las proteínas. Este es un proceso peligroso porque afecta a órganos vitales como el corazón, lo que incrementa el riesgo de problemas cardíacos como la insuficiencia cardíaca.

Fallo multiorgánico

A partir de la quinta semana, el cuerpo se encuentra en una crisis extrema. Las reservas de energía, tanto de grasa como de músculo, se han agotado en gran medida. El cuerpo entra en una fase conocida como fallo multiorgánico.

Riesgo de muerte súbita

Llegados a este punto, el cuerpo ha agotado todos los mecanismos de supervivencia que tiene a su disposición y podría darse la "muerte súbita". Aquí, el sistema nervioso central —que es esencialmente el sistema de control principal que dirige todas las funciones vitales como la respiración, la circulación y el control de la temperatura— se apaga. En este punto, el cuerpo ya no tiene la energía para mantener incluso las funciones más básicas para mantener la vida.