Los expertos avisan: No bebas cerveza en una jarra helada si no quieres sufrir esto

Ahora que hemos llegado al ecuador del verano, podemos decirlo sin miedo. ¿A quién no le gusta tomarse una cerveza fresquita para soportar las temperaturas tan elevadas que venimos registrando desde principios de julio? El congelador y la nevera se llena de latas, botellines y botellas de cerveza, pero algunos optan por un truco muy casero: congelar jarras para que mantengan aún mejor el fresco.

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Sin embargo, esta costumbre tan extendida en España puede ser contraproducente: mientras que muchos bares de nuestro país tienen congeladores específicos para jarras, hay varias razones de peso para no beber cerveza de esta forma:

• Si congelamos jarras en casa, es inevitable que los alimentos impregnen las garras de su olor.
• Cuando la espuma entra en contacto con el hielo, su textura cambia.
• Si hay mucho hielo pegado a la jarra al echar la cerveza, su apariencia, sabor y aroma pueden verse alterados.
• Cuando la cerveza se sirve por debajo de 5 grados, pierde sus matices, por lo que todas las cervezas son iguales.

Eso sí, los mismos expertos que recomiendan no beber cerveza en jarras congeladas por estos motivos, también aseguran que es imprescindible conservarla en casa a una temperatura inferior a la de consumo. Sin embargo, si el vaso o jarra en el que la echas tiene mucho hielo... Ya sabes qué te pasará.