Científicos descubren las edades exactas en las que los humanos envejecen más rápido

De acuerdo con la investigación, los años no parecen producir cambios siempre graduales

El envejecimiento parece producirse en dos ráfagas aceleradas

El envejecimiento parece producirse en dos ráfagas aceleradas / VOCA Editorial

Ronald Goncalves

Normalmente, estamos acostumbrados a pensar en el envejecimiento como un proceso gradual y paulatino.Ya que percibimos el tiempo de manera lineal, del mismo modo percibimos nuestra relación con el paso de los años, pero un nuevo estudio estadounidense sugiere que ese no necesariamente ha de ser el caso.

Según publica The Guardian, el Centro de Genómica y Medicina Personalizada de la Universidad de Stanford llevó a cabo una investigación que rastreó miles de moléculas diferentes en personas de entre 25 y 75 años, con el objetivo de observar su envejecimiento.

Así, detectaron dos grandes olas de cambios relacionados con la edad, alrededor de los 44 años y nuevamente a los 60, lo cual explicaría porque es común experimentar picos de problemas de salud en ciertas etapas de la vida.

"No estamos cambiando gradualmente con el tiempo. Hay algunos cambios realmente drásticos", dijo el profesor Michael Snyder, genetista y director del centro. “Resulta que mediados de los años 40 es una época de cambios dramáticos, al igual que principios de los 60, y eso es cierto sin importar qué clase de moléculas observemos”, añadió.

Esta investigación tuvo presentes a 108 voluntarios, quienes enviaron muestras de sangre y heces junto a hisopados de piel, boca y nariz durante un período entre uno a siete años, según diversos casos. Así, el estudio arrojó que los cambios en las moléculas y microbios de las personas no se dan de manera gradual y cronológica, sino que las variaciones más grandes se producen en las edades previamente citadas.

En la ráfaga de envejecimiento de los 40, los cambios moleculares están relacionados con enfermedades cardiovasculares y la capacidad de metabolizar alcohol, cafeína y lípidos, mientras que en la ráfaga de envejecimiento de los 60 los cambios moleculares estaban vinculados a la regulación inmunológica, el metabolismo de carbohidratos y la función renal.