Cuatro alimentos que se consumen en España y que están prohibidos en otros países

Algunas de estas prohibiciones buscan proteger a animales en peligro de extinción

La evolución del salmón atlántico es preocupante

La evolución del salmón atlántico es preocupante / skretting

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En España, existen restricciones y prohibiciones sobre ciertos alimentos que en otros países no están sujetos a las mismas regulaciones. Algunos ejemplos de alimentos que se pueden consumir en España, pero que están prohibidos en otros lugares, incluyen colorantes alimenticios artificiales, paté de hígado, salmón de piscifactoría o caviar beluga.

Si quieres conocer más en detalle la razón de esta prohibición, a continuación encontrarás todos los detalles.

Colorantes alimenticios artificiales

En España, se aplican normativas estrictas sobre aditivos alimentarios, y algunos colorantes artificiales pueden estar prohibidos debido a preocupaciones sobre la salud.

En otros países, las regulaciones pueden ser menos permisivas. Al estar compuestos de derivados del petróleo, no se recomienda su consumo y por eso está prohibida su comercialización en Finlandia, Austria, Noruega y Reino Unido.

Paté de hígado

Dependiendo de las normativas sanitarias, el paté de hígado puede enfrentar restricciones en España. En otros lugares como Italia, Dinamarca, Polonia, Finlandia o Israel las regulaciones no permiten su consumo. El gran problema es la forma de obtenerlo, ya que el trato con el ganado es abusivo.

Salmón de piscifactoría

En España, las regulaciones sobre la calidad del salmón de piscifactoría pueden ser más estrictas que en otros países. Esto puede afectar la importación y consumo de este producto.

Australia y Nueva Zelanda, son dos de los países que están comprometidos en la lucha contra la contaminación que genera, y es por ese motivo que está prohibido su consumo.

Caviar beluga

El principal objetivo de la prohibición del caviar beluga, pese a ser un alimento valorado en la alta cocina, es evitar la sobreexplotación pesquera. Puede costar 1.000 euros a cambio de únicamente 200 gramos.