Una segunda oportunidad para Michael Olise

Con una cita de la talla de la Eurocopa en el horizonte, la gran mayoría de los futbolistas - sobre todo aquellos que no tenían garantizada la llamada de su selección - han querido brillar con sus respectivos clubes para hacer méritos suficientes para ser convocados y añadir tal experiencia en sus currículums.

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Alemania, Francia, Hungría o Portugal fueron las primeras selecciones en sacar a la luz sus convocatorias, y ahora que se han desvelado la mayoría de ellas, tenemos varias sorpresas. Para bien... y para mal.

En el combinado teutón, las grandes ausencias fueron las de Mats Hummels, Serge Gnabry, Leon Goretzka, Julian Brandt o Karim Adeyemi. En los ‘three lions’, Grealish, Maddison, Maguire o Branthwaite fueron algunos de los siete descartados. Y Pau Cubarsí fue uno de los tres 'sacrificados' de la lista de Luis de la Fuente.

En Francia no iba a ser distinto precisamente. Y Michael Olise, uno de los nombres propios de un magnífico Crystal Palace, ha vivido las dos caras de la moneda.

UN ‘PEAJE’ MUY CARO

Francia está en otra galaxia. En los últimos años ha ido ‘fabricando’ talento tras talento. Su subcampeonato europeo en 2016, su título mundialista en 2018 o su subcampeonato en Qatar 2022 lo avalan.

En Alemania vuelven a partir como una de las favoritas para alzar el cetro europeo al cielo de Berlín. Y claro, decir que la selección gala tiene tantísimo talento también significa que hay muchísimos futbolistas que deben quedarse fuera. Solo hay 26 billetes de avión.

Ya han podido haber hecho una gran temporada con sus clubes que, sea por una cuestión de galones, de características futbolísticas o de los gustos del seleccionador, que muchos se han quedado sin poder aprovechar su oportunidad.

Malo Gusto, Nkunku -por sus lesiones - Varane, Yoro, Moussa Diaby o Benzema no fueron considerados por Didier Deschamps. Ni un Michael Olise que, junto a su compañero Mateta - 16 goles y cinco asistencias - ha sido de lo mejorcito en la Premier League.

HIZO MÉRITOS

Teniendo que una lesión en el muslo le hizo perderse las once primeras jornadas y otras siete más, terminar el curso con diez dianas y seis asistencias en apenas 19 partidos no está nada mal.

Y es que Olise es un futbolista diferente. Muy desequilibrante, que juega a pierna cambiada - es zurdo - y que a veces viene hacia dentro para generar superioridad. Aunque su hábitat natural es el carril. Le gusta jugar pegadito a la banda.

Tiene un buen uno contra uno. Su gran zancada le permite cambiar de ritmo fácilmente y poder acelerar la jugada. Y su excelente disparo de media distancia le ha brindado la oportunidad de anotar algún que otro golazo.

Sus tantos suelen venir precedidos de un recorte hacia dentro, que culmina en un disparo al palo largo. Ante el Luton se hizo él solo la jugada por la banda, se tiró el balón largo y se sacó un latigazo directo a la esquadra izquierda. O contra el United marcó un auténtico golazo en el añadido para rescatar el empate.

Pone muy bien los centros con rosca, que son ‘caramelitos’ para sus compañeros.

Michael Olise (22 años) - Crystal Palace

• Posición: extremo derecho
• Partidos: 19
• Titularidades: 14
• Goles: 10
• Asistencias: 6
• Regates completados: 73
• Goles generados: 14
• Acierto en el pase: 83%
• Minutos: 1.277'
• Valor de mercado: 55M€

TENDRÁ SU OPORTUNIDAD EN PARÍS

Dicen que todo trabajo tiene su recompensa. Y a Olise le ha llegado. Solo que en lugar de poder brillar en Alemania lo hará en Francia, en un escenario de lujo: los Juegos Olímpicos.

Thierry Henry sí que cuenta con él, y con Jean-Philippe Mateta - uno de los futbolistas mayores de 23 años -, para liderar a una selección que no contará con Mbappé o Griezmann, ni con Leny Yoro, Zaïre-Emery o Barcola, puesto que Lille y PSG se han negado a ceder a sus jugadores.

Olise podría representar a cuatro combinados nacionales distintos. Inglaterra - país de nacimiento -, Francia - doble nacionalidad -, Nigeria -país natal de su padre - o Argelia - país natal de su madre -. Una mezcla de orígenes cuando menos curiosa.

Así pues, a Michael Olise siempre le quedará París. Veremos qué le depara en la cita olímpica.