El Espanyol busca calmar las aguas

El Espanyol está, por primera vez en toda la temporada, fuera de los puestos de ascenso directo de la clasificación, un escenario que el equipo, con una versión alejada del brillo de la primera mitad de la campaña, intentará subsanar en el tramo decisivo. El cuadro blanquiazul se fija como objetivo irrenunciable el regreso a Primera división. Para ello, los catalanes cuentan con una de las plantillas más potentes de la categoría y un presupuesto récord de 72,5 millones de euros. El cuadro periquito es el rival a batir en Segunda.

Los resultados de los de Vicente Moreno en la segunda vuelta no son buenos. El Espanyol ha firmado dos derrotas (Girona y Rayo Vallecano), tres empates (Lugo, Sporting y Oviego) y dos victorias (Mallorca y Sabadell). Por su parte, el resto de rivales por el ascenso no fallan.

Actualmente, el Mallorca lidera la clasificación con 60 puntos, a seis de los catalanes. El Almería es el segundo en la tabla con 55. El vestuario blanquiazul no renuncia a la autocrítica, pero insiste en que se está haciendo un buen trabajo y está convencido de que conseguirá el objetivo. 

Lo cierto es que los blanquiazules no son tan contundentes ni en defensa ni en ataque como en las primeras jornadas. Las urgencias de los rivales en este tramo de competición es uno de los argumentos que esgrime el grupo. En cualquier caso, el Espanyol no tiene la misma solidez defensiva ni ofensiva. 

El calendario

Este mes de marzo servirá para definir si el creciente nerviosismo de la afición, como puede observarse en las redes sociales, está justificado. El equipo se enfrenta a Mirandés, este domingo, Logroñés, Castellón y Fuenlabrada. Si miramos la clasificación, el rival más potente de estos cuatro próximos oponentes es el Mirandés, el partido más cercano. En este sentido, los de Vicente Moreno buscarán en Miranda de Ebro una victoria que silencie el malestar y permita a los catalanes seguir en la pelea por el ascenso. 

Además del compromiso en Miranda de Ebro, los pericos tendrán un ojo puesto en Gijón, donde jugará un Mallorca en estado de gracia tras tres victorias seguidas pero que se mide al único equipo invicto en su feudo.